Mantenimiento de jardines
A mediados del mes de mayo, coincidiendo con las fiestas patronales de la capital, fue inaugurada la remodelación llevada cabo en la glorieta de Los Cármenes (Carabanchel), lo cual ha consistido en la instalación de una fuente en el centro de la misma, así como de un jardín infantil y diversas zonas verdes.Si bien en un principio dichas zonas verdes, sin duda gracias a las constantes lluvias caídas a últimos de mayo y primeros de junio, estaban preciosas, ahora, con la llegada de los calores, normales por estas fechas, dichos jardines comienzan a tomar un color y aspecto bastante lamentables. Y por lo de siempre: la total desidia de los responsables del Ayuntamiento de Madrid, los cuales son incapaces de hacer cumplir su trabajo a las diversas empresas contratadas para el mantenimiento de los jardines de la capital.
Dichas empresas, para salir contratadas en los diversos concursos públicos, ofertan llevar a cabo los trabajos de mantenimiento de jardinería a un precio muy ajustado; precio que se consigue, entre otros motivos, llevando a cabo los mismos con menos personal del que sería necesario.
Evidentemente, con menos personal, en vez de regar una vez a la semana, como sería recomendable con nuestra climatología, lo hacen cuando buenamente pueden, con lo que muchas plantas, cuando ese día llega, se encuentran en un estado tan lamentable que su recuperación es prácticamente imposible, o se quedan en un estado endémico, para, poco a poco, ir secándose.
En estas páginas constantemente vemos cartas de lectores quejándose de lo mismo: podas salvajes (incluso como yo he vista en el mes de junio), arranque de árboles, desaparición de jardines, dejadez en el mantenimiento, etcétera.
Quejas que seguirán produciéndose mientras los responsables municipales no vean más allá de sus narices y se den cuenta de que su trabajo en una gran ciudad no es solamente el día de la inauguración, con el corte de cinta, la foto de prensa y la palmadita en la espalda, sino que es una labor diaria que hay que cumplir, y, sobre todo, por parte de los responsables: hacer cumplir. Y hacerla cumplir es muy fácil: hay que salir de vez en cuando de los despachos en los que en invierno se está calentito y en verano fresco y patearse o recorrer en vehículo su junta municipal, observar los jardines que hay en las calles secundarias y no solamente los de las calles y avenidas principales, tomar nota del trabajo que las empresas no cumplen y exigir su cumplimiento, que para eso cobran y pagamos entre todos.
No como en la actualidad, que los jardines de la calle de la Duquesa de Parcent, que se encuentran frente al parque del Cerro Almodóvar, así como las praderas que de dicho parque dan a la mencionada calle, se encuentran en perfecto estado de mantenimiento, mientras los que se encuentran en segunda línea, a escasos veinte metros, como todos los años ya se están agostando, siendo su único pecado el no encontrarse en una calle o avenida principal y, por tanto, no ser vistos por el concejal, funcionario o inspector de turno.
¿No hay nadie responsable y con dos dedos de frente en las juntas municipales, o es que quizá interese la constante reposición, en nuestra capital, de plantas y flores?- .
