"Sólo nos quedan tres partidos"

Hay una pregunta que a Zagalo le encanta que le hagan. De hecho, forma parte de su show postpartido. Llega su traductor trilingüe particular, el inefable Ricardo y le dice, como la maestra a los niños en clase para que conteste a coro: "¿Cuantos partidos nos quedan para ganar el Mundial?". "Sólo nos quedan tres partidos", contesta el seleccionador de Brasil como un alumno aplicado.Y al sexagenario Zagalo hay una pregunta que no le gusta que le hagan. Más que una pregunta en particular es cualquier demanda que contenga una referencia a Denilson. "¿Jugó mejor Brasil en el segundo tiempo porque salió Denilson?", le preguntan en inglés. Ricardo no tiene ni que intervenir. Zagalo se inflama y afirma con firmeza, como un juez dictando sentencia. "Primero. No quiero que nadie me pregunte a partir de ahora la alineación para el próximo partido", responde, intentando meter miedo aunque sólo levanta algunas carcajadas de complicidad. "Segundo. Antes de que Denilson saliera ya estábamos jugando bien, aunque hay que convenir que él tuvimos a otro jugador para marcar la diferencia con sus regates. Ha habido más espacios y más velocidad de juego".

"Comenzamos muy nerviosos", explicó Zagalo. "Los 10 primeros minutos han sido horrorosos, pero tuvimos la suerte del gol en una jugada ensayada y eso nos dio moral, pero no me gustó el equipo. Sólo en la segunda parte arreglamos las cosas". En la segunda parte salió Denilson.

Zagalo tampoco se deja coger. Primero hace reír a todos soltando un tópico. "El fútbol es imprevisible", dice. En el descanso les dio una buena charla a los jugadores, pero no quiso desvelar el contenido. "Les hablé en general de por qué estábamos mal, de las posiciones que ocupaban, pero no quiero entrar en detalles. Eso es algo nuestro". Y habló de sus jugadores, de cómo le gustó César Sampaio ("ha estado perfecto, no sólo por sus goles, sino por su posición y su llegada"), de cómo mejoró Ronaldinho ("ha hecho su mejor partido, pero puede dar más de sí aún"), de cómo Roberto Carlos jugó muy bien casi de extremo izquierdo, y de que también le gustó mucho Rivaldo. De Denilson, nada más.

Para Nelson Acosta, el técnico chileno, el de ayer no fue un día feliz: "Chile comenzó muy bien, pero lamentablemente nos metieron el primer gol en su primer ataque, y luego enseguida el segundo, se soltó Brasil y se definió un partido para nosotros muy temprano".