_
_
_
_
_

El alcalde autoriza a Gil y Gil a levantar 300 pisos junto al estadio

José Manuel Romero

El Gobierno municipal de José Maria Álvarez del Manzano aprobó ayer el plan urbanístico especial para los alrededores del estadio Vicente Calderón. Dicho plan permitirá al Atlético de Madrid, cuyo propietario mayoritario es Jesús Gil y Gil, levantar sobre dos solares próximos (hasta hace un año calificados como zona verde) 300 viviendas libres. A cambio, el club debe mejorar los accesos a la M-30 y regalar a la ciudad 15.020 metros cuadrados de jardines y un aparcamiento subterráneo.

Más información
Operaciones rojiblancas

El negocio urbanístico de la operación aprobada ayer por la Comisión de Gobierno municipal, que preside Álvarez del Manzano, supone unos 2.000 millones de pesetas de beneficios a favor del Atlético de Madrid, según los expertos inmobiliarios consultados por este periódico.

El Ayuntamiento de Madrid salda con esta operación una deuda histórica con el club rojiblanco. Tras permitir al Real Madrid levantar un gran centro comercial en una esquina del Santiago Bernabéu, con el que el club blanco ganó 2.000 millones de pesetas, el municipio buscó fórmulas urbanísticas para satisfacer con plusvalías multimillonarias al otro gran equipo de la capital.

Gil y Gil llegó a proponer al Ayuntamiento un proyecto urbanístico apabullante que planteaba la ampliación del estadio Vicente Calderón para abrir una galería comercial que rodearía la fachada.

Esta idea, presentada por Gil y Gil en diciembre de 1992, hubiera permitido al club rentabilizar 27.000 metros cuadrados para uso comercial y deportivo.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El PP no puso reparos, pero pasados los años modificó los planes del Atlético de Madrid y le ofreció otra solución. El club podría utilizar los terrenos que rodean el estadio para levantar 300 pisos de precio libre (en la zona, las viviendas nuevas de 100 metros cuadrados rondan los 30 millones de pesetas) a cambio de ceder espacio para zonas verdes y mejorar los accesos a la M-30.

El 26 de septiembre de 1996, el concejal de Urbanismo, Ignacio del Río, firmó, junto a Miguel Ángel Gil, hijo del presidente del Atlético de Madrid, un acta de manifestaciones donde se establecían las condiciones del acuerdo urbanístico entre la institución y el club deportivo.

El Atlético de Madrid, según el acta, cedía una parte de la parcela situada al sur del estadio, de su propiedad, para zona verde a cambio de levantar en esos terrenos 200 nuevos pisos.

Propiedad de los terrenos

En la parcela norte del estadio, propiedad del Ayuntamiento, podría levantar el club otros 100 pisos a cambio de pagar al Ayuntamiento 300 millones de pesetas.

Esos terrenos eran, supuestamente, propiedad del municipio. Pero nadie reparó en que no había ningún documento oficial que acreditase esta presunción.

Unos meses después, Patrimonio recordó al Ayuntamiento de Madrid que la finca situada al norte del estadio estaba inscrita en el Registro de la Propiedad con el número 15.768 a favor del Consejo de Administración de Canalización del río Manzanares, un organismo que fue disuelto el 1 de abril de 1977.

Todos los bienes inmuebles de ese organismo fueron transferidos a Patrimonio del Estado, que no estaba dispuesto a aceptar que la parcela del Vicente Calderón correspondía al Ayuntamiento.

Los servicios jurídicos de la Gerencia de Urbanismo entendían que, como el terreno estaba calificado de zona verde desde el año 1963, debía ser cedido obligatoriamente al Ayuntamiento. El 12 de mayo de 1997, el gerente municipal de Urbanismo decretó la ocupación de los terrenos para proceder a registrarlos a nombre del Ayuntamiento de Madrid.

Con esta gestión, el concejal de Urbanismo, Ignacio del Río, remataba una operación urbanística que permitirá mejorar los accesos a la M-30 en una zona especialmente deteriorada de la ciudad.

Los accesos a la autovía de circunvalación situados bajo la tribuna serán trasladados, según una nota que envió ayer el gobierno municipal, para aumentar la seguridad de los automovilistas.

La Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid también puso reparos a la operación urbanística por los posibles daños al puente de Toledo, un monumento histórico próximo al estadio Vicente Calderón.

El Ayuntamiento de Madrid también ha salvado este escollo para aprobar definitivamente el plan especial que permitirá a Jesús Gil y Gil, presidente del Atlético de Madrid, alcalde de Marbella y promotor inmobiliario, levantar junto al estadio 300 viviendas libres.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_