Brasil inicia el ritual del título
Dunga vuelve a ser el jefe de un equipo que no quiere sorpresas de los chilenos
"Faltan cuatro partidos para el pentacampeonato". Supersticiosos como son, los brasileños iniciaron ayer el ritual de la victoria para combatir la derrota ante Noruega. A Zagallo no se le ocurrió otra cosa al llegar a Estados Unidos que contar, al final de cada encuentro, los que les quedaban para alcanzar el tetracampeonato, y así fue rebajando: de siete hasta levantar el cuarto torneo. El seleccionador, ayudante entonces (1994), comenzó ayer a enumerar en voz alta los partidos que les quedan para ganar la quinta Copa del Mundo. La Confederación Brasileña ya ha repartido incluso el programa que seguirá el equipo hasta los cuartos de final, que se jugarán el 3 de julio, en Nantes, frente a Nigeria o Dinamarca.¿Euforia? ¿Desfachatez? ¿O bien será una manera de repeler el miedo? Más que Chile, el rival de Brasil es hoy Brasil. Vive el campeón del mundo atrapado por la necesidad del triunfo y no sabe convivir como perdedor. No se ha repuesto aún del 1-2 de Noruega. Hubo riñas -que si Ronaldo dice que Rivaldo no le pasa la pelota, que si Edmundo no da bola a nadie-, reaparecieron los clanes -que si el grupo de Denilson, que si los amigos de Bebeto- y volvieron las dudas.
No quedó otro remedio que tocar a rebato. Y, en situaciones extremas, nadie como Dunga. Le habían reprochado su mala actitud, sus gritos a Bebeto contra Marruecos. Ahora, sin embargo, han cambiado de opinión y reclaman su látigo.
El primer manifiesto del capitán resultó estremecedor: "Yo sí conozco el peso de la derrota, pero la nueva generación de futbolistas brasileños sólo ha paladeado la victoria. Los más viejos ya perdimos, y tuvimos que volver a poner la primera para alcanzar la montaña. Los jóvenes se limitan a descender por la ladera, y eso lo hace cualquiera. No requiere esfuerzo. Así que todos a trabajar".
Vuelve Dunga a mandar, y vuelven Aldair y Sampaio a la alineación. Leonardo jugará por la derecha y Denilson chupará banquillo. Vuelta a los orígenes y, consecuentemente, se reabre el debate. Falta un punto de luz en la divisoria y también mayor solvencia defensiva. Chile aguarda precisamente la beligerancia de Junior Baiano para enfrentarle a Salas y Zamorano. Cuentan que Salas le tiene ganas al partido. Tras largarse de la última rueda de prensa por no gustarle las preguntas, el Matador ha dicho a sus amigos que recuperará hoy el habla como ya hizo en Wembley frente a Inglaterra o en Burdeos contra Italia. El problema es que Ronaldo no está para dejar pasar otro partido en blanco.
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