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Fortaleza financiera

La incertidumbre continúa dominando la actividad de los mercados de valores y esto se traduce en un descenso notable del negocio —aunque ayer dos operaciones pactadas sobre títulos del Banco Santander aportaron 60.000 millones de pesetas— y en una total falta de dirección. Las noticias que llegan de Asia son las que mayor atención reciben por parte de unos inversores, que vieron con temor como el yen volvía a caer por debajo de las 141 unidades frente al dólar y que la Bolsa de Tokio no conseguía alejarse de la zona de los 15.000 yenes.

La falta de decisión de los inversores permite a algunos profesionales mover sus valores con poco dinero, aunque ayer no hubo quejas por esa actuación, y al final la Bolsa dio la sensación de contrarrestar con facilidad la afluencia de papel.

El índice Ibex de los valores financieros subió el 1,09% gracias a las carreras de Santander y Bilbao-Vizcaya y porque Argentaria utilizó esa inercia en beneficio propio cuando faltan tres sesiones para desdoblar sus acciones. El sector servicios reflejó un ambiente frío ante el nuevo modelo de empresa que proponen algunos gestores, mientras que la industria se mantuvo al margen.

La contratación, descontadas las operaciones del Banco Santander, sigue en niveles bajos que no justifican la orientación del índice general, pero es evidente que la presión del papel no es muy fuerte y que lo que hacen los inversores particulares es mantenerse al margen.

Tampoco en la Bolsa de Nueva York estaba el ambiente definido y a las alegrías del día anterior le sucedió una retirada de beneficios que hizo caer al Dow Jones 50 puntos, aunque a media sesión ya subía 20. Al cierre registraba un fuerte avance de 95,41 puntos (1,08%). El índice Dow Jones quedó en 8.923,87 puntos. En cuanto a la deuda, la rentabilidad a 10 años descendió en el mercado español hasta el 4,98%, pero el diferencial con Alemania subió hasta 0,24 puntos, el nivel de los primeros días del mes de febrero.

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