Ni se te dan mal las mates ni sacas peores notas por ser menos inteligente: por qué importan más los hábitos que el talento
Es una opinión extendida entre los alumnos (y entre algunos docentes) que quienes sacan buenas notas lo hacen “porque son más inteligentes”. Pero asociar la inteligencia a rendir mejor en la escuela puede ser una trampa que, lejos de beneficiar, frene a los alumnos.
- Darle demasiada importancia al talento y no tanta a la dedicación y a las buenas técnicas de estudio limita el progreso de los alumnos: influye en su motivación y provoca afirmaciones como “no valgo para las matemáticas”.
- Pero también de los “buenos estudiantes”, que al llegar a cierto nivel de exigencia comienzan a tener peores resultados si no han adquirido buenos hábitos de estudio.
Y sobre todo, no es coherente con lo que ha demostrado la ciencia hasta ahora: las habilidades innatas aventajan, pero la experiencia es más importante. Según los expertos, salvo casos especiales, como las personas con trastornos intelectuales graves, cualquiera puede lograr niveles de competencia entre aceptables y excelentes en cualquier disciplina con dedicación, técnicas de estudio y perseverancia.
¿Cómo es posible? La explicación tiene una base biológica. El cerebro humano se modifica continuamente a partir de las experiencias:
- Según explica el experto Ruiz Martín, nuestro cerebro está cableado: en un momento dado determina qué sabemos y qué podemos hacer, pero aprender consiste precisamente en modificar esos circuitos neuronales existentes.
- Por eso, de partida, algunos alumnos pueden tener más dificultades para una materia concreta, dependiendo de cómo estén configurados de partida sus circuitos neuronales.
- Pero, con paciencia y práctica, el cerebro modifica estas conexiones y crea algunas nuevas para que seamos mejores en lo que queremos aprender.
© Foto: Europa Press
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