Llanto por los arbitrajes

Marruecos y Camerún culpan a los árbitros de su eliminación. Dicen que un penalti a favor de Noruega y dos goles anulados a Omán Biyik les desbancaron respectivamente del Mundial. Y todo por tres pitidos, tres instantes que ayer desencadenaron una amarga polémica.Junior Baiano que salta en el área de Brasil y Rekdal que cae al césped. Penalti, dice el árbitro, aunque los jugadores casi no se rozaron. El gol, ejecutado por Rekdal, llevó a Noruega a octavos pero terminó con el mundial de Marruecos, que acababa de golear a Escocia por tres a cero. Nada más enterarse los cameruneses lloraron en el campo. "Es lo peor que pudimos haber imaginado", aseguró el entrenador de Marruecos, Henry Michel, "cuando vi a mis jugadores llorar les di las gracias por todo". Michel se mostró suspicaz: "Los noruegos tenían una posibilidad en un millón de vencer a Brasil ¿Qué podemos hacer? Ese penalti fue concedido en un gesto de extraordinaria generosidad por parte del árbitro". Mario Zagalo, seleccionador de Brasil, evitó ayer pronunciarse sobre el polémico penalti. "Ése es un problema de la FIFA, no del entrenador de Brasil", afirmó. Ninguno de los brasileños lamentó lo sucedido. Tampoco les hizo demasiado daño.

El técnico de Camerún, Claude Le Roy, por su parte, reflejó la queja de su colega -el entrenador francés de Marruecos-: "Espero que Blatter y Havelange hayan visto el partido contra Chile y tomen medidas".