Marià Fortuny, pintor de guerra

O"Donnell tenía problemas internos en España y los rifeños le salvaron la papeleta con un, al parecer, pequeño ataque a fortificaciones ceutíes. Un ejército de 40.000 hombres partió entre el fervor popular a lo que la historia llamó "la guerra de África". Entre 1859 y 1860 se produjeron las batallas de Los Castillejos, de Tetuán y de Wad-Ras, nombres que han quedado después en el imaginario popular. La Diputación de Barcelona -ante las noticias que llegaban de las heroicidades en la lucha del general Prim, natural de Reus, y la presencia en el frente de un pequeño batallón de voluntarios catalanes- decidió mandar a la zona a un pintor con el objeto de inmortalizar aquella historia. El elegido fue Marià Fortuny (Reus, 1838-Roma, 1874), considerado por algunos especialistas el mejor pintor catalán del siglo XIX. En aquel momento, Fortuny tenía 22 años y acababa de regresar de Italia, en donde había ampliado sus estudios de pintura en la Academia de Roma. Llegó a Marruecos una semana después de la batalla de Tetuán, que ganaron los españoles, y permaneció unos dos meses y medio en el país tomando apuntes de los enfrentamientos, del entorno paisajístico, de las gentes y de los animales. Asistió a la batalla de Wad-Ras y dos años más tarde volvió a Marruecos para recoger más datos con los que realizar sus cuadros sobre el tema. La elaboración de las pinturas era larga y minuciosa y el resultado final puede verse tanto en el Museo de Arte Moderno de Barcelona -La batalla de Tetuán- como en el Casón del Buen Retiro de Madrid -La batalla de Wad-Ras-. Con todo, el camino que siguió Fortuny para realizar estas obras, y posiblemente otras de tema orientalista que pintó a lo largo de su corta vida -murió a los 36 años- pueden apreciarse en la exposición de dibujos y grabados que hasta el 13 de julio se presenta en la sala de exposiciones del Palau Marc de Barcelona (La Rambla, 8). La exposición consta de unas 50 obras que proceden de los fondos del Museo Salvador Vilaseca de Reus y cuenta con el patrocinio de Caixa del Penedès. Está organizada de forma cronológica y, aunque el cuerpo central está integrado por algunos dibujos y bocetos que realizó Fortuny durante su primer trabajo profesional como pintor de guerra, también incluye obras anteriores y posteriores que permiten apreciar someramente su evolución estilística. Jordi A. Carbonell, profesor de Historia del arte en la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, se ha encargado de la dirección de la exposición y del catálogo. Éste incluye por primera vez la identificación de los escenarios concretos que reflejan los dibujos. "Este primer viaje de Fortuny a Marruecos fue decisivo en su evolución porque descubrió la realidad magrebí que le influyó después en sus obras mal denominadas orientalistas", señala Carbonell, quien considera que Fortuny retrató algunos acontecimientos y escenarios con mayor realismo y fidelidad que los cronistas que ilustraban el conflicto para las revistas. En su opinión, "Fortuny es uno de los artistas más importantes del siglo XIX y si no hubiera fallecido tan joven posiblemente habría dado la respuesta mediterránea al impresionismo francés porque en sus últimas obras ya se advierte la evolución hacia esta experimentación lumínica de su pintura". La exposición ha sido presentada anteriormente en Reus y Vilafranca del Penedès y, tras su paso por Barcelona, se exhibirá en Valls, Girona, Tarragona y Tortosa.