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Entrevista:

"La autoridad, ni se quita ni se pone, se adquiere"

Pregunta. Usted participó en la comisión federal que elaboró el reglamento de elecciones primarias, ¿qué cuestiones provocaron mayor debate? Respuesta. Todos estábamos de acuerdo en aumentar los mecanismos democráticos en el seno del partido. La gente no puede estar mediatizada por un voto delegado, que se da a un tercero y que se negocia de acuerdo con coyunturas políticas. El voto directo, la responsabilidad del militante, era algo en lo que todos estábamos de acuerdo. Todos teníamos claro que el modelo de partido que conocíamos sufriría un vuelco desde el momento en que el secretario general podía no ser candidato. Pero optamos por profundizar la democracia convencidos de que todo avance democrático es bueno. No hay cambio sin riesgo. El reglamento fue muy contundente a la hora de renovar métodos fosilizados que restaban vitalidad al partido. P. ¿Qué experiencia tiene de las primarias hasta la fecha? R. Veo muchísimo calor en la gente. La gente tiene ganas de ganar, de dejarse de ombliguismos y amiguismos. En el acto de Valencia, por ejemplo, había mucho cariño, mucha ilusión. Era palpable. No sabes si transmites entusiasmo o te lo están transmitiendo. La frialdad no conduce a nada. Me está resultando una campaña preciosa porque además es innovadora y no sabemos lo que va a pasar, sólo lo sabremos cuando abramos la urna. P. ¿Qué echa en falta de la oferta de Antonio Asunción y Joan Romero cuando decide presentarse? R. Echo en falta un partido fuerte. Un partido que no puede acudir con éxito a unas elecciones. Algo que no se me ha explicado es cómo siendo un candidato secretario general y otro representante de la misma mayoría, uno diga que tiene diferencias del 80% respecto al otro. No entiendo cómo pueden ser miembros de una misma opción. Y si la opción es la misma, que lo expliquen, porque las primarias consisten en definir un discurso político propio. P. ¿Cuál es su discurso? R. Mi opción, sin confrontaciones a nivel personal, apuesta por un partido fuerte, con unas opciones de futuro coordinadas con el resto de Europa. En el momento presente se trata de definir el papel del Estado frente a las posturas neoliberales. El Estado en Europa está a favor de la inversión pública. También hay un problema en torno al crecimiento estéril: yo quiero distribuir renta. El PP nunca distribuirá renta. El PP ha sacralizado el mercado, que no es un distribuidor de renta. Tenemos que evitar la fractura social que supone el paro juvenil y femenino. O la aceptamos como un hecho estructural o apostamos por el crecimiento no estéril. Planteo una nueva frontera social. Es terrible estar en el 75% de la media de la renta europea. Lo que me importa es la convergencia real en el empleo y la renta. P. El exceso de cortesía entre los candidatos a las primarias, ¿es fruto de la situación orgánica o es achacable a la novedad de las primarias? R. La confrontación personal no me interesa, la política, toda. Yo he hablado de descentralización, de ceder poder a los ayuntamientos. No entiendo una descentralización desde Madrid a Valencia, si no hay una cesión desde Valencia a otros territorios. Apuesto por la cohesión territorial y soy partidaria de los contrapoderes. Me parece fantástico que otros candidatos estén a favor ahora de esas propuestas y que eso permita construir un discurso fuerte. He hablado de la jornada laboral de 35 horas. Pero siempre quiero moverme en el marco de las políticas, no en el marco de los instrumentos ni las personas. P. ¿Qué extrae de su experiencia de gestión anterior? R. Yo formaba parte de un proyecto de país junto al resto del partido. Cuando estuve en el Ayuntamiento de Valencia formaba parte de ese proyecto, que iba desde Vinaròs hasta Pilar de la Horadada. Mi candidatura parte de ese modelo de país frente al PP, que está desvertebrando el país con sus políticas clientelistas. Siempre me he sentido municipalista, sé que los ayuntamientos deben tener poder. He tenido una experiencia muy importante a la hora de integrar y convencer. Estuve en minoría, con 13 concejales solamente, cuando había hasta seis grupos políticos en el ayuntamiento, pero sacamos adelante todos los proyectos, pusimos la máquina en marcha a todo trapo y eso sólo se hace consensuando y hablando con la gente hasta la madrugada. Nunca he retirado proyectos, desde ejes viarios, pasos subterráneos, el paseo marítimo, el Almudín, jardines... y eso a pesar de que el Ayuntamiento era una plataforma perfecta para el PP y UV, que entonces no estaban unidos, para lanzar mensajes contra el PSPV. Creo que los políticos deben integrar. Todos los gestos que hago van encaminados a que la gente se dé cuenta de que necesitamos la unidad de la izquierda. Hace falta moderar, dialogar, serenarse. P. ¿Se presenta como futura candidata o como futura presidenta? R. Me presento para ganar. Creo que se puede ganar a la derecha. Globalmente, desde una perspectiva de fuerzas de izquierda, con 45 diputados se gobierna. Ahora tenemos 42. Y tenemos además una responsabilidad en el Estado, donde sólo hubo 300.000 votos de diferencia en las últimas elecciones. P. ¿Qué término define la gestión del Consell que preside Eduardo Zaplana? R. Incompetencia. "Sólo soy competente allí donde no tengo transferidas las competencias", dicen. La incompetencia absoluta. No tienen ningún tipo de proyecto de nada, plan estratégico de nada, plan plurianual de nada, van a salto de mata con los presupuestos. P. ¿Qué lema definiría su posible presidencia? R. El impulso. Lo que no se puede permitir una comunidad es crecer menos que la media europea, porque estamos en el 75% de la renta de la Unión Europea. No estamos en Alicia en el País de las Maravillas, donde hay que moverse para permanecer en el sitio, hay que crecer 3 y 4 puntos por encima de la media para recuperar el lugar que nos corresponde. P. ¿Están en igualdad de condiciones los candidatos a las primarias? R. Yo tengo un par de teléfonos y un fax compartido, pero no estoy en ninguna estructura organizada. No soy como el secretario general, que está poniendose y quitándose la chaqueta a cada rato. Tenemos un atril y una pancarta para los actos y un grupo de voluntarios que me ayudan. P. ¿Qué porcentaje mínimo de voto debe obtener el próximo candidato a la Generalitat para ser creíble? R. La democracia es la democracia. Se gana o no se gana. Pero es obvio que un candidato debería ser capaz de aunar. En política ganar significa tener capacidad para aglutinar a la gente. No quiero ganar sólo por un voto. P. ¿Qué acomodo orgánico mínimo exigiría su posible victoria? R. Afortunadamente ha habido una experiencia previa. La responsabilidad y la sensatez nos obliga a que no se plantee ningún tipo de conflicto. La autoridad se tiene por el crédito de la gente, por las ideas y eso no se quita ni se pone, eso se adquiere a lo largo de toda la vida. No va a haber problemas. Las primarias son externas, de cara a la sociedad, no tienen nada que ver con cuestiones orgánicas y se equivocará quien lo plantee en clave orgánica.

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