Italia aprovecha los minutos de basura
Camerún, que decepcionó, jugó el segundo tiempo con diez jugadores
Conforme a su plan de su vida, Italia ganó con un calculadísimo gasto futbolístico. Con el menor posible. Tantas veces ha sucedido esto que a nadie sorprende su método. Sus dos últimos goles hay que situarlos en su justa perspectiva: llegaron en los minutos de la basura. Camerún también quiere tener un método y no lo consigue. Le iría mejor si regresara a sus fuentes, si se dejara llevar por la ingenuidad que hizo famoso a este equipo en el Mundil90. Pero el equipo africano también se ha contaminado por el agarrotamiento. El caso es que quieren ser europeos y no pueden. Para eso están los italianos que conocen el oficio, aunque juegan mal.Camerún ya dio mal pálpito contra Austria. En aquel partido hicieron atletismo. Corrieron desesperadamente y se olvidaron de hacer algo con el balón. Precisamente ellos, que tenían fama de futbolistas naturales, de convertir el juego en un festejo. ¿Quién olvida a Milla burlándose de todas las convenciones establecidas en el Mundial de Italia? Con 40 años se reía del mundo. ¿Quién se ríe ahora en este equipo? Nadie. Han incubado el virus de la profesionalidad y se han vuelto tan aburridos como cualquiera de los aburridos equipos que habitan en este Mundial.
El partido no tuvo ningún rasgo sorprendente. Fue la vieja Italia de siempre. Hizo caja muy pronto con un buen cabezazo de Di Biagio y luego rentabilizó el resultado con la menor generosidad posible. En este equipo no hay sitio posible para Del Piero y Roberto Baggio. Debería producirse un cortocircuito monumental en el cerebro de Maldini, un antiguo a la antigua por edad y convicciones. A la antigua italiana, por supuesto.
Sólo se vio cierto protagonismo del equipo italiano en el comienzo del partido. Las llegadas se produjeron generalmente con pases largos que encontraban descolocados a los defensas de Camerún. Nadie ayudó más a Italia que el líbero Kalla, que habilitó a Vieri en cada uno de los balones que se cruzaron sobre el delantero. Los errores de Camerún en este aspecto fueron tan escandalosos que el gol era irremediable.
Después del tanto de Di Biagio, el encuentro giró hacia lo previsto. Italia se metió atrás, se olvidó del balón y comenzó a defenderse de forma exhaustiva. Se encontró además con las deficiencias de su adversario. Camerún no lanzó un remate en todo el primer tiempo. Con Oman Biyick como delantero, era imposible. Biyick ha sacado petróleo de su célebre gol a Argentina en la inauguración del Mundial de 1990. Desde entonces ha sido un trashumante del fútbol, sin ningún papel relevante en los numerosos países que ha visitado.
Contra lo que podría pensarse, Camerún mejoró levemente tras la expulsión de Kalla. Obligados por la necesidad se deshicieron de sus prejuicios y actuaron con una cierta naturalidad. A Italia le dio igual que Camerún jugara con diez, y habría sido lo mismo frente a nueve. Su plan es inalterable y menos juicioso de lo que creen. En su periodo estrictamente defensivo -en el arranque del segundo tiempo-, sus defensas cometieron varios errores graves. Se vislumbró incluso la posibilidad del empate, sobre todo en dos jugadas por la izquierda de Job, una de las cuales la cerró con un buen tiro que fue desviado por Pagliuca.
El acelerón le duró muy poco a Camerún. Se desfondaron en el aspecto físico y no tenían nada que ofrecer en el futbolístico. Era un equipo condenado. Los últimos que lo vieron fueron los jugadores italianos. Cuando se dieron cuenta, se acabó el partido. Vieri marcó un buen gol y por fin Italia se quitó el cinturón. El ingreso de Del Piero ayudó. Sustituyó a Roberto Baggio, como no podía ser de otra manera. El caso es que ahora se producirá un debate al revés. Los italianos amaron a Baggio tras el partido contra Chile, pero ayer jugó peor que Del Piero, protagonista de las mejores acciones en la recta final del partido. Un par de pases estupendos y una vaselina fueron celebradísimos.
Tras un fútbol tan árido, la presencia de Del Piero dio un poco de contenido al partido. El caso es que ya hay material para la prensa italiana: después de este partido, Del Piero ha pasado por la izquierda a Roberto Baggio. Porque juntos sólo les veremos si Italia se coloca alguna vez en estado crítico.
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