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El PP no cerrará hasta el otoño sus listas autonómicas para evitar más crisis

Javier Casqueiro

El PP ha organizado en las últimas semanas 14 convenciones regionales con el único contenido político de vender los logros del Gobierno de José María Aznar en estos dos años. Ni el vicepresidente Francisco Álvarez Cascos, que ha recorrido toda España para efectuar ese balance, ni el coordinador general, Ángel Acebes, han facilitado una pista a los cuadros que participaron en esas sesiones sobre sus candidatos autonómicos para dentro de un año. Ese silencio ha generado frustración y ha multiplicado las especulaciones.

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Los dirigentes del PP no quieren abrir ahora ese debate porque han tomado conciencia de que cualquier descarte agigantaría la herida sin cicatrizar que supura en Asturias. Así, se han volcado en las últimas semanas en la organización de una gira de convenciones regionales por toda España -excepto el País Vasco, Galicia y Navarra- para publicitar los éxitos del Gobierno Aznar en el ecuador de su mandato. Incluso confiesan sin rubor que ése ha sido el único objetivo del programa, en la mayoría de los casos expuesto contundentemente por Francisco Álvarez Cascos. Hasta presumen de que esta propuesta pueda producir extrañeza porque hasta ahora no era normal que un partido cumpliese lo que había prometido. Cuando se pregunta por qué no se ha aprovechado ese esfuerzo para aclarar las dudas sobre algunas de las candidaturas autonómicas sin definir, se mira para otro lado. Ese debate ni está abierto ni se adelantará.La dirección del PP no perfilará los nombres de sus candidaturas autonómicas y municipales hasta el próximo otoño, cuando las elecciones vascas -25 de octubre- hayan concluido y las catalanas tengan fecha fija. En esa máxima no hay excepciones. Ni siquiera para el conflicto desatado en Asturias, donde el presidente del Principado, el popular Sergio Marqués, enfrentado a los dirigentes nacionales, en especial a Álvarez Cascos, lleva tiempo reivindicando que se le reafirme como cabeza de cartel electoral. El resultado de esta reclamación de Marqués, a punto de ser expedientado y con su futuro político sentenciado, es un aviso para otros hipotéticos impacientes.

Los dirigentes nacionales admiten que durante su asistencia a estas convenciones regionales han podido comprobar cómo los locales no hablaban en sus corrillos de otra cosa que de cuáles podrían ser los mejores nombres para ocupar las listas. Confiesan, además, que en los medios de comunicación de esas regiones las quinielas con nombres y apellidos se multiplican y ofrecen en ocasiones posibilidades que alcanzan el carácter de auténticos enigmas.

Consultados en estos días una docena de parlamentarios nacionales del PP de diversas comunidades, asistentes a sus respectivas convenciones, han confesado la frustración propia y de otros compañeros de sus organizaciones territoriales por su desconocimiento sobre un aspecto político tan importante como las candidaturas. Además, han revelado anécdotas de cómo afecta esa incertidumbre a muchos militantes populares.

En Castilla y León, donde el presidente es el popular Juan José Lucas, no debería haber lugar para ninguna discusión. Lucas, sin embargo, está empeñado en transmitir cierta incertidumbre sobre su futuro. Una reciente intervención en primera línea sobre la aprobación definitiva de la reforma del estatuto de autonomía en el Congreso por parte de Ángel Acebes ha disparado sus opciones en caso de abandono de Lucas.

Alberto Fernández no es fijo

Algo similar sucede en otras regiones, especialmente en aquéllas donde el PP aún no gobierna. ¿Qué pasará en Extremadura, en Canarias, incluso en Cataluña? Nadie afirma en la dirección del PP que ya esté establecido que el candidato a la Generalitat vaya a ser Alberto Fernández, el presidente regional del partido, como se difunde constantemente desde Cataluña. Y menos, desde que se comprobó el éxito de las primarias socialistas y el efecto Borrell.Sobre lo que ocurrirá en Andalucía todavía la expectación es mayor al tenerse en cuenta que estas elecciones serán un año más tarde. Parece obvio, eso sí, que no hay ningún dirigente en disposición de competir con Javier Arenas si opta por regresar a su tierra.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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