_
_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Virtud en peligro

POCAS DUDAS caben ya de que España está en una fase de crecimiento elevado y precios estables. Este círculo virtuoso , del que la economía española parecía excluida en otras ocasiones por la persistencia de tasas elevadas de inflación, se inició cuando los mercados financieros apostaron definitivamente por el éxito de la unión monetaria. En el caso de España, el descenso de los tipos de interés derivado de la convergencia con el coste del dinero en Europa está generando un saneamiento financiero sin precedentes, y explica que la tasa de crecimiento española sea superior a las del resto de Europa.La variación del IPC en mayo, conocida ayer, es el último indicador expresivo de esos perfiles favorables. La estabilización de la tasa interanual de inflación en el 2%, incluso siendo superior al promedio de los países del euro, hay que valorarla como una prueba más de que todavía se mantiene la situación de crecimiento más estabilidad. Pero mes tras mes aparece la misma sombra que amenaza la inflación española a medio plazo. Los precios de los servicios permanecen enquistados en una tasa del 3,5%, significativamente superior a la de los bienes industriales no energéticos. Pues los costes de los bienes industriales están sometidos a competencia, y los de los servicios, no. La inflación subyacente (que excluye del índice general los componentes más volátiles, alimentos frescos y energía) ha repuntado hasta el 2,4% anual.

La ausencia de reformas para aumentar la competencia en sectores de servicios, aún protegidos por oligopolios o mercados cautivos, empieza a ser inquietante. Inquietud que, por cierto, aumentará posiblemente cuando el Banco de España complete la rebaja de tipos de interés necesaria para aproximar su tipo de intervención al que será el del euro a partir del próximo enero, previsiblemente inferior al 4%. Compatibilizar ese inoportuno estímulo al consumo con la estabilidad en los próximos meses, tradicionalmente más propensos al aumento en los precios de los servicios, debería ser uno de los principales objetos de atención de la política del Gobierno. No quedan excusas para liberalizar algunos mercados todavía fuertemente intervenidos.

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_