Los extranjeros salen de Guinea-Bissau ante el recrudecimiento de la crisis

Cerca de 1.000 extranjeros, en su mayoría portugueses, fueron evacuados ayer de Guinea-Bissau a través del mercante luso Ponta de Sagres, que los trasladó hacia el puerto de Dakar (Senegal). Tras la tregua pactada para la salida de los extranjeros, entre ellos una quincena de españoles, y ante el fracaso de todas las tentativas de negociación, los diplomáticos portugueses están convencidos de que las fuerzas leales al presidente Joao Bernardo Vieira lanzarán una asalto armado contra los cuarteles en poder de los rebeldes. Hasta el momento se han contabilizado cerca de un centenar de víctimas.Convencido de su superioridad militar y apoyado por las fuerzas de Guinea Conakry y Senegal, el presidente Vieira ha descartado cualquier negociación con los rebeldes y ayer esperaba la salida de los extranjeros para lanzar una ofensiva armada contra los cuarteles controlados por los militares insurrectos que dirige el general Ansumane Mané.

El ex jefe de las Fuerzas Armadas de Bissau se autoproclamó el martes pasado máximo responsable de la Junta Militar insurrecta, exigió la dimisión de Vieira y amenazó con «un baño de sangre» si las fuerzas gubernamentales no aceptaban una salida negociada al conflicto, salida negociada que debería pasar por la convocatoria inmediata de unas elecciones realmente libres y transparentes.

Las fuerzas leales al presidente ya han intentado sin éxito recuperar los cuarteles en poder de los rebeldes, lo que hace presagiar un duro enfrentamiento. El general Mané, destituido de su cargo por su presunta implicación en una red de contrabando de armas para los independentistas del sur de Senegal, exige la constitución de un nuevo Gobierno de transición y la convocatoria inmediata de elecciones «para el próximo mes de julio».

El presidente Vieira, en el poder desde hace 18 años, fue forzado a emprender un proceso democratizador en la ex colonia lusa que se inició con las elecciones legislativas de 1994. Los partidos de la oposición han negado cualquier implicación en el intento de golpe de Estado y confían en alcanzar el poder en los próximos comicios.