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Los socialistas vascos votan contra sus socios del PNV una ley que éstos han pactado con HB

El Parlamento vasco aprobó ayer la Ley del Deporte con el precio de la fractura interna del Gobierno tripartito. Los socialistas del PSE-EE pidieron junto al PP y Unidad Alavesa la devolución del proyecto de ley, que salió adelante con los votos del PNV, Eusko Alkartasuna, Izquierda Unida y Herri Batasuna. La ley incorporporó durante su tramitación parlamentaria un articulado difuso, que fue acordado con HB, para promover la participación internacional de las selecciones vascas e instar a las federaciones deportivas vascas a independizarse de las españolas.

El pleno del Parlamento vasco ofreció ayer una escenificación novedosa. La mayoría habitual (los socios de gobierno frente a la oposición) fue sustituida por una mayoria ocasional: los partidos nacionalistas, incluida HB, frente a los partidos no nacionalistas (PSE, PP y Unidad Alavesa), con IU volcado hacia los primeros.La fractura interna del Gobierno tripartitito PNV-PSE-EA quedó sancionada con el apoyo de los socialistas a las enmiendas a la totalidad presentadas por el Grupo Popular y los foralistas de UA. El PSE no intervino en esa parte del debate, pero votó infructuosamente en contra de un proyecto del Gobierno vasco, del que forma parte, por primera vez en la legislatura que está a punto de concluir. HB participaba también por vez primera en un debate bajo los cánones naturales del procedimiento parlamentario (comisión y pleno) sin utilizar la Cámara como mero altavoz de sus proclamas.

Federaciones vascas

El debate adquirió así un marcado carácter ideológico. La inclusión de un grupo de artículos que facultan la independencia de las federaciones vascas respecto de sus correspondientes españolas, la pretensión de la participación internacional de las selecciones deportivas vascas y la creación, a tal fin, de la Unión de Federaciones Vascas y del Comité Vasco de Promoción Olímpica alimentaron la discrepancia.Tanto Unidad Alavesa, como PP y PSE lamentaron el creciente sesgo nacionalista que ha ido adquiriendo el proyecto de ley en su tramitación, impidiendo un consenso entre las fuerzas democráticas y favoreciendo, en sentido contrario, los postulados de HB para abrir espacios de conflicto por la indefinición del articulado. En opinión de los socialistas, se trata "de una ambigüedad calculada para politizar, en sede parlamentaria, el deporte en el País Vasco", según afirmó la portavoz del PSE, Maite Pagazaurtundua. En opinión del PP, se trata de "politizar las federaciones e incluir a los deportistas en el debate político". Para Unidad Alavesa, el objetivo es exaltar "la simbología nacionalista y contentar a su parroquia".

El PNV, en cambio, subrayó la "legitimidad" de la mayoría alcanzada. Eusko Alkartasuna dijo que la ley es la expresión material del "conflicto" que subyace en la existencia de dos sensibilidades en el país. E Izquierda Unida destacó la ausencia de "fantasmas" en la definición de los artículos conflictivos del texto.

Para Herri Batasuna, la aprobación de la ley supone "un paso histórico en el proceso de soberanía del pueblo vasco", aunque recele de "la actitud de España, que ya está moviendo sus malas artes en las Federaciones Internacionales", según aseguró su portavoz, Jone Goirizelaia.

El apoyo de HB al proyecto impulsado por PNV y EA fue objeto de críticas por parte de PP y UA, que denunciaron el sarcasmo de "oír hablar de espíritu deportivo a quienes no respetan al adversario ni el reglamento", en palabras del representante del PP Carmelo Barrio.

La nueva ley vasca del deporte establece la creación del Comité Vasco de Promoción Olímpica (para impulsar la presencia de deportistas vascos en las Olimpiadas), y abre la posibilidad de que las federaciones vascas no se inscriban en las federación españolas y se promueva la participación internacional de las selecciones vascas. Asimismo, se reconoce la representación nacional e internacional de las federaciones vascas y su capacidad para expedir licencias vascas para competir en los dos ámbitos.

El borrador inicial del proyecto de ley obviaba en gran medida los aspectos conflictivos, finalmente aprobados. Los socialistas, socios del gobierno autonómico, se lamentaron ayer de que el proceso de tramitación, lejos de aunar voluntades en la cámara, muestre un acusado sesgo nacionalista.

La nueva ley recupera algunas iniciativas ya adoptadas por la Generalitat catalana (relativas al Comité Olímpico catalán) y que han sido desautorizadas por el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, pero se suavizaron en su literalidad para evitar la conflictividad jurídica.

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