Santiburcio y los vecinos desencallan el conflicto de Nou Barris
El concejal de Nou Barris, el socialista Antoni Santiburcio, desencalló ayer el conflicto vecinal de Roquetes pactando con la asociación de vecinos un calendario de reuniones para buscar una salida negociada a sus demandas. La escalera automática de la calle de Alcántara, que permitirá a unas 500 familias de la zona salvar la pronunciada pendiente, fue una vez más el principal escollo. Para la entidad vecinal, las escaleras son innegociables, mientras que para Santiburcio, su coste resulta prohibitivo. El concejal propuso otras alternativas más baratas, como la instalación de un ascensor en diagonal. La sede del distrito de Nou Barris registró ayer tarde un gran trasiego de vecinos. Además del encuentro con los de Roquetes, los presidentes de las asociaciones de Guineueta y Canyelles celebraron sendas entrevistas con el gerente municipal, Daniel Cando. Las delegaciones de vecinos se sucedían en el vestíbulo como si ayer en Nou Barris soplaran aires que indujeran al diálogo, una semana después de las manifestaciones que congregaron a más de un millar de personas en los barrios de Roquetes y Prosperitat. Una vez más salieron a relucir las promesas electorales más atractivas que hizo Pasqual Maragall en Roquetes. Los carteles electorales del PSC que inundaron el barrio prometían las escaleras mecánicas y mucho más. Después de los comicios, el tono cambió y acabó imponiéndose la fuerza de las cifras: el presupuesto de la conflictiva escalera asciende a unos 500 millones de pesetas. Pero los vecinos tienen más reivindicaciones, como un plan de habilitación de aparcamientos. Tres barrios Roquetes consiguió ayer su primer propósito: reanudar el diálogo con el Ayuntamiento, que llevaba seis meses interrumpido. La multitudinaria delegación del barrio se declaró esperanzada al término de la reunión, pero no descartó nuevas movilizaciones si los negociadores no logran su objetivo. Los representantes del polígono de Canyelles exigieron un polideportivo cubierto y anunciaron que han solicitado una entrevista al ministro de Fomento, Rafael Arias Salgado, para tratar sobre la llegada del metro al barrio, cuyas obras darán comienzo este año. La jornada de participación vecinal en Nou Barris se completó con la representación de la Guineueta, que reclamó el centro cívico que lleva esperando desde hace 20 años, que estará ubicado en la masía de Can Ensenya. Aunque el comisionado de la alcaldía en Nou Barris, Álex Montes, insistió en que las reuniones vecinales de ayer estaban convocadas desde meses atrás, la sensación general en el distrito era muy distinta. Es decir, los representantes municipales presentaban una especial sensibilidad ante los problemas vecinales, en la línea de las recomendaciones de la alcaldía para aplacar las protestas ciudadanas.
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