La exposición "Ara és demà" cuesta oficialmente unos 200 millones
Cuesta 171.540.000 pesetas, según el consejero de Presidencia, Xavier Trias. Otros sostienen que ronda los 300 millones. Se trata de la exposición Ara és demà, que el Gobierno de CiU instalará en el Moll de la Fusta de Barcelona. La exposición, que la oposición ve electoralista, tiene tintes más ingenuos a los ojos de CiU: se trata de crear un ambiente de ilusión -que durará desde el 15 de junio hasta el 24 de septiembre- para afrontar el futuro.
Este diario intentó ayer conocer los gastos totales de la exposición, pero fuentes del Departamento de Presidencia no pudieron facilitarlo "por tratarse de una exposición que todavía se está montando". A quien sí se lo dieron a conocer y por escrito fue al diputado socialista Joan Ferran, que había efectuado la pertinente pregunta parlamentaria hace algo más de un mes. Y el montante es de más de 170 millones de pesetas. El coste se ha reducido, pues el Gobierno de CiU no llevará la exposición ni a Tarragona, ni a Lleida, ni a Girona como estaba previsto, lo que hubiera encarecido el proyecto en más de 100 millones de pesetas. A los 170 millones oficiales habría que añadir otros 10, que no figuran en la respuesta parlamentaria y que corresponden a un espacio de la exposición llamado speaker"s corner, para entrevistas al público visitante. Hasta aquí la versión oficial, porque Ara és demà costará, según fuentes no oficiales, más de 300 millones de pesetas. El desglose de gastos ofrecido en la respuesta parlamentaria sólo se refiere a los del continente y la publicidad de la exposición, sin tener en cuenta el contenido. Las tres cuartas partes del proyecto están patrocinadas por diversas empresas públicas y privadas, según señalaron fuentes de Presidencia. Ayer en concreto fue hecho público el convenio de patrocinio suscrito por las siguientes firmas: Gas Natural, Cámara de Comercio, Fira de Barcelona, Telefónica, Renfe, Corporación Catalana de Radio y Televisión, Consorcio de la Zona Franca, Bolsa de Barcelona, Aeropuertos de España y Navegación Aérea (AENA) y Sono. Empresas amigas La búsqueda de mecenas la ha realizado la Agencia de Patrocinio y Mecenazgo, que preside el ex consejero Joan Guitart. Fuentes de la Generalitat no precisaron a cuánto ascendían esas tres cuartas partes del patrocinio. Para sufragar la inversión, el Gobierno de CiU intentó conseguir ayuda económica del Ministerio de Fomento, que no figura finalmente en la lista de patrocinadores, aunque sí algunas empresas cercanas a él, como Telefónica, o directamente dependientes, como Renfe y AENA. El ministerio del que es titular Rafael Arias-Salgado tendrá una buena parcela de protagonismo en la exposición del Moll de la Fusta. Obras como las del AVE o la ampliación del aeropuerto de Barcelona -competencia del ministerio- se han convertido en bandera de CiU, en un intento de arrebatar al Ayuntamiento de Barcelona el protagonismo en infraestructuras y también con la intención de poder mostrar los réditos de su pacto político con el PP. En el debate del Estado de la nación, la coalición nacionalista consiguió que el Gobierno del PP se comprometiera a realizar obras de infraestructura a las que se mostraba reacio. De hecho, en dos años de Gobierno popular sólo se ha licitado un tramo de la N-II entre Cervera e Igualada. Al espíritu de la exposición, que abrirá sus puertas el próximo 15 de junio bajo el título de un poema de Miquel Martí i Pol, Jordi Pujol le ha hecho diversas y reiteradas alusiones, de un año a esta parte. La Generalitat se ha convertido en un foro de debate sobre el futuro como Catalunya demà. Anteayer, sin ir más allá, Pujol se refirió a este mañana en una conferencia en la que pidió un pacto fiscal para Cataluña para el año 2001. Esta tarde será el propio presidente de la Generalitat quien intervenga en la conferencia de prensa posterior al Consell Executiu. La intención de Pujol es, precisamente, presentar un proyecto relacionado con ese futuro que se vive hoy: Internet. Pero las alusiones al futuro se producen cuando se acerca la cita con las urnas. Por ejemplo, en 1995, el Gobierno de CiU realizó una exposición de estas características bajo el título Catalunya, un país amb futur. 15 anys d"autonomia. La factura rondó entonces los 400 millones de pesetas, pero el ambiente preelectoral que se respiraba en aquel momento es sensiblemente parecido a la atmósfera actual.
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