El incremento de las importaciones de calzado dificulta las ventas españolas en el mercado interior

El valor de las importaciones de calzado ha crecido durante el primer trimestre del año un 63,75%, confirmándose la tendencia del último año, según los datos que hizo públicos ayer la Federación de Industriales del Calzado de España (FICE). El crecimiento de las compras al extranjero -el año pasado se importaron entre enero y marzo 14 millones de pares, frente a los 17 millones del mismo periodo de este año- supone mayores dificultades de los fabricantes españoles, concentrados mayoritariamente en las comarcas del Vinalopó, para colocar su producto en el mercado interior. El precio de los productos procedentes del exterior es el mayor handicap para los fabricantes españoles. Mientras que un par de zapatos importados tiene un precio medio de 1.476 pesetas, los producidos en España y vendidos al exterior cuestan unas 2.062 pesetas. La tendencia alcista de las importaciones se inició a finales del año pasado, y los datos del primer trimestre de 1998 confirman el ritmo ascendente. Las compras al exterior, principalmente del mercado asiático, han supuesto un coste de más de 25.000 millones de pesetas, frente a los 15.000 millones del mismo periodo del año pasado. A pesar del incremento de las importaciones, la balanza comercial continúa siendo positiva para los fabricantes españoles. En el mismo periodo de tiempo, los empresarios nacionales han exportado cerca de 44.000 pares de zapatos, un 5,8% más que el mismo periodo del año pasado, lo que ha supuesto unas ventas de más de 91.000 millones de pesetas. Esta cifra es cerca de un 13% mayor que la que se registró en los tres primeros meses de 1997. El precio por par también se ha incrementado, pasando de las 1.932 pesetas a las 2.062. El saldo comercial de las empresas se ha mantenido prácticamente invariable, sobre los 66.000 millones, aunque se ha reducido en un 1,1% el número de unidades que se han colocado en el mercado. La patronal señala que la experiencia de otros países revela que el incremento de las importaciones es un proceso irreversible y que la industria debe especializarse en el segmento medio-alto para poder competir, y recomienda a los fabricantes buscar mercados emergentes para posicionar sus productos.