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La anulada visita de las Spice

ENRIQUE MOCHALES Confirmado: las Spice Girls no podrán venir, al menos al completo, a visitar el Guggenheim. La noticia ha caído como un mazazo entre los máximos responsables del museo. Les habían prometido cerrarlo exclusivamente para sus ojos, les habían prometido un baño en pelotas en la fuente de Yves Klein, incluso iban a obsequiarlas con una plancha de titanio cuya falta no se notase mucho. Tiempo ha, Geri Halliwell, la ex spice pelirroja, hasta hace bien poco ideóloga del grupo, había declarado: "Me preocupa el papel de las chicas en el arte moderno. Hemos de rectificar los parámetros básicos con los que valoramos no sólo la felicidad y la desdicha de las chicas en nuestra sociedad, sino también su éxito y su fracaso. Por eso, el Girl Power debe estar presente en el Guggenheim, si es que ellos quieren ser nuestros amantes". Profunda reflexión que denota el grado de madurez al que había llegado la ideología Spice. Pero ya no es posible. El Guggenheim no será por el momento un Spice Museoa, ni Bilbao será una Spice Ciudad. De hecho, no se sabe si algo será Spice de ahora en adelante. Numerosos artistas e intelectuales, que veían en las Spice Girls un apunte supraconceptual de la cultura contemporánea, han quedado desolados. Algunos atraviesan una crisis de abulia creativa tras conocer la triste noticia del abandono de la Spice pelirroja, que ha sido difundida en el orbe entero como un auténtico bombazo cultural. Ellas, las Spice que siguen unidas, explican: "Todavía consideramos a Geri como una buena amiga. Seguiremos quedando con ella para tomar copas". Pero el encantamiento se ha roto. La cotización en bolsa de la compañía EMI ha bajado diez puntos, y nosotros nos quedamos sin la esperada visita a nuestra ciudad y la consiguiente proyección internacional de nuestro museo. Divino y frágil tesoro, la cultura. Pero no nos desanimemos. Próximo objetivo: traer al Guggenheim a Dana Internacional. Que Ricky Martin se vende muy caro.

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