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Los pilotos de Air France negocian cobrar menos a cambio de acciones

La dirección de Air France y los representantes de sus 3.200 pilotos en huelga negociaban anoche un acuerdo pactado inicialmente sobre la base de una rebaja salarial y la entrega de acciones de la compañía estatal como contrapartida.La reunión, precedida de asambleas convocadas por los distintos sindicatos, se inició a las siete de la tarde, en una atmósfera de confianza, animada por las positivas declaraciones de los sindicatos. "Hay progresos sustanciales que pueden materializarse en las próximas horas", indicaron los portavoces de los pilotos a la entrada de una reunión que debía prolongarse hasta bien entrada la madrugada.

La posibilidad de que el acuerdo pueda ser firmado hoy mismo por la tarde fue planteada expresamente tanto por los pilotos como por la dirección de la compañía, aunque, incluso en ese supuesto, la reanudación de los vuelos no se producirá hasta 24 o 48 horas más tarde.

De hecho, la dirección de Air France indicó en la tarde de ayer que el restablecimiento de los vuelos interiores exigirá entre 24 y 36 horas, y un día más en lo que se refiere al tráfico internacional y a los vuelos de larga distancia.

Aunque la huelga está ya perjudicando los movimientos de miles de personas que deben desplazarse a Francia con anterioridad a la inaguración del Mundial de fútbol, Air France se mostró relativamente optimista sobre el impacto que la huelga puede tener en el desarrollo del gran acontecimiento deportivo. "Si mañana hay un acuerdo, saldremos de la zona de turbulencias antes de la Copa del Mundo", indicaron sus portavoces.

Pérdidas millonarias

En cualquiera de los casos, Air France no saldrá indemne de la huelga, que cumplió ayer su cuarta jornada. Cada día de paro cuesta a la compañía una cifra estimada en 2.500 millones de pesetas, a la que hay que añadir el impacto en la imagen misma de la empresa y las consecuencias sobre la campaña publicitaria destinada a subrayar el refuerzo de su presencia en el área del Atlántico norte e incluso sobre la venta del 20% de sus acciones, que deben salir a Bolsa antes de fin de año. La cuarta jornada de paro discurrió con niveles de tráfico similares o ligeramente inferiores a los de los días precedentes.La compañía estatal sólo pudo efectuar el 17% de los vuelos de largo recorrido, los más rentables, y entre el 30% y el 40% de su programa de vuelos de corto y medio alcance. La inestabilidad de la situación hace que los vuelos sólo puedan ser confirmados a última hora, con lo que muchos pasajeros optan por utilizar otros medios de transporte. El ahorro de queroseno no cubre, por otra parte, el gasto que supone la contratación de otras compañías.

Mientras tanto, a medida que se reduce el plazo para el Mundial de fútbol, los políticos multiplican los llamamientos a la normalidad. Philippe Séguin, presidente de la Unión para la República (RPR), el principal partido conservador, pidió solemnemente que se llegue a "un alto el fuego" para evitar, dijo, que "seamos el hazmerreír de las televisiones del mundo entero". Robert Hue, el secretario general del Partido Comunista Francés, muy comprensivo hasta ahora con los huelguistas, indicó que "hay que saber poner término a la negociación".

El sindicato con predominio comunista, la CGT, se ha lanzado, por otra parte, a una dinámica de movilizaciones y anuncios de paros en áreas del ferrocarril, en las empresas estatales de gas y electricidad, así como en el comercio.

La dinámica marcada por los pilotos de Air France de aprovechar el Mundial de fútbol como palanca de apoyo de sus reivindicaciones parece haber tenido un efecto contagioso, si bien la incidencia real de los paros distintos a los de la compañía aérea es hoy por hoy relativa y sumamente desigual, en función de los sectores y las áreas geográficas.

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