PSOE e IC refrendan su acuerdo para no permitir gobiernos de derechas ni por omisión

Sin condiciones previas ni grandes alardes programáticos. Así dialogaron ayer tranquilamente los máximos responsables del PSOE y de Iniciativa per Catalunya (IC), Joaquín Almunia y Rafael Ribó, para contraponer su entendimiento a otras relaciones políticas más complejas. Fundamentalmente las de ambos con José María Aznar y, sobre todo, con el líder de IU, Julio Anguita. Almunia y Ribó refrendaron ayer un nuevo pacto aún no escrito para evitar que tanto por su acción como por su omisión se puedan formar gobiernos de derechas tras las autonómicas y municipales de 1999.

El secretario general del PSOE y el presidente de IC mantuvieron ayer su segundo encuentro oficial como responsables de ambas formaciones. Charlaron hora y media en la sede del PSOE y luego Rafael Ribó ofreció de primera mano su versión de la cita. PSOE e IC ratificaron de cara a los comicios autonómicos y municipales de 1999 un pacto que funcionó en 1995. Ribó especificó así el compromiso: "No va a haber un sólo gobierno de derechas por acción o por inhibición de las fuerzas de izquierda".El dirigente de IC apuntó que había sido una "desgracia y un despropósito" que tras los últimos comicios hubiesen fraguado gobiernos "casi autoritarios" como el del PP en Asturias ante la falta de sintonía entre las fuerzas progresistas. Ribó admitió, no obstante, que ese error no es sólo imputable a Izquierda Unida.

Tanto desde el PSOE como desde IC se tiene la intención de implicar en ese objetivo a todos los progresistas, pero nadie oculta por dónde aparecerán los problemas. El recelo se dirige hacia IU y en particular a su líder, Julio Anguita. Ayer, Ribó no lo mencionó expresamente pero sus avisos tomaron inequívocamente esa dirección: "Sólo tiene miedo de ir a acuerdos unitarios el que tiene dudas sobre su identidad".

Ribó se mostró a favor de redactar incluso una especie de "manifiesto solemne" al que se podrían sumar todos los partidos y que jugaría el papel de programa de mínimos. El responsable de IC entiende que así nadie tendría la excusa ante sus electorados para no comprometerse. Estas alusiones se encaminaron hacia la permanente llamada de Anguita a pactar programas más que listas o candidatos.

Rafael Ribó añadió, en ese contexto, que poner condiciones previas como la redacción de un programa de 300 folios es una disculpa para no dialogar y recordó el ejemplo de pacto en Francia entre comunistas y socialistas sobre un consenso genérico que apenas ocupó tres folios.

Desde el PSOE y desde IC se subrayó que contactos como el de ayer crean hábitos de trabajo hacia el futuro. Ambas formaciones quieren profundizar sus acuerdos en cuatro aspectos de la política del Gobierno del PP: la reforma del IRPF, el modelo de Estado autonómico, la creación de empleo y el desarrollo del Estado de bienestar.

Desde el PSOE se subrayó ayer que mientras Aznar no sea capaz de concretar aspectos tan sustanciales como estos citados, y en especial dar una respuesta sólida a las dos ofertas planteadas por Almunia en anteriores encuentros sobre la reforma de la justicia y el estado autonómico, no tiene sentido especular con futuras entrevistas entre ambos.