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La gran tertulia FRANCIS PISANI

En este momento, Mirabilis da probablemente una de las mejores imágenes posibles de Internet en el sentido de que permite entender cosas esenciales de lo que está pasando en el ciberespacio. Pero también en la medida que alienta la percepción esencialmente positiva de un medio libre, de crecimiento fenomenal, movido por los usuarios. Y, Mirabilis, en latín, quiere decir "maravilloso, extraordinario, inusual". Pequeña empresa de Israel, Mirabilis lanzó hace un poco más de un año y medio un programa llamado ICQ (I seek you: te busco). Sin publicidad, este soporte lógico de mensajería instantánea (textos escritos sobre la pantalla del ordenador que pueden ser leídos inmediatamente en cualquier punto de la red) rebasó, el 22 de mayo, los 12 millones de usuarios. Más de 500.000 de ellos están en línea juntos, 3 millones se conectan en un solo día. No sorprende, en tales circunstancias, la noticia según la cual America On Line, el mayor servicio comercial en línea, estaría a punto de comprar Mirabilis por la increíble suma de 300 millones de dólares. Al inscribirse, el nuevo usuario recibe un número universal de Internet registrado por el servidor central. Luego entra la lista de personas amigas o relaciones de trabajo (puede buscar entre quienes ya son miembros). Cuando se conecta a la red, un tablero de control muestra la lista de quienes están en línea y alerta cada vez que un miembro de la lista se conecta. Los presentes pueden entonces empezar a dialogar. Las charlas en línea son un guión escrito en tiempo real. No son solamente una cultura, son una diversidad de culturas. "Las tertulias juntan los alter ego de las amas de casas, adolescentes aburridos, intelectuales de sillón, ingenieros sin edad y cazadores virtuales. Los temas de conversación cubren toda la gama de experiencias humanas: Dios, sexo, trabajo, dinero, libros, cine, política, tecnología y oscuros secretos. En algún lugar de las charlas en línea hay un espacio para ti", escriben los periodistas de Download.com al hacer un estudio de los principales programas de tertulia. En términos de adicción pueden ser más temibles que el café o el tabaco. Mucho más barato que el teléfono, más inmediato que el correo electrónico, permite mantener relaciones fluidas a pesar de las distancias y entrar en contacto con desconocidos. Transforman la navegación por Internet. Contribuyen a crear comunidades de intereses específicos. AOL ya tiene su propio sistema de mensajería instantánea que cualquiera puede utilizar con solo conectarse al sitio web de AOL sin suscribirse al servicio. Funciona bien. Pero parece temer ser rebasada por una tecnología superior y el peligroso ejemplo de un grupo de entusiastas que no tiene que pagar nada. Sin embargo, la compra podría traer problemas. Hasta las comunidades virtuales tienen su alma o no son comunidades. Ciertos usuarios de ICQ podrían reaccionar de manera negativa a la adquisición de un espacio sin publicidad por una empresa comercial. Salvo que la fuerza de la comunicación en línea sea tan fuerte que pueda tolerar tales interferencias.

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