El grupo Zotal trae al Círculo un guiso cocinado por Manuel Vicent

El grupo catalán Zotal Teatro vino cargado de pucheros y perolos al pasado Festival de Otoño con su última creación, Zigurat. El éxito de aquella corta visita les trae de nuevo al Círculo de Bellas Artes, donde a partir de mañana ofrecen su espectáculo escénico- gastronómico. El actor Manel Trías narra anécdotas y reflexiones sobre la vida cotidiana, extraídas de textos de Manuel Vicent, al tiempo que prepara una suculenta comida, que terminan saboreando los espectadores. El montaje está dirigido por Elena Castelar.

En Zigurat, el espacio escénico se va transformando continuamente y termina convertido en un comedor, al que se incorporan finalmente los espectadores para saborear el guiso minuciosamente preparado durante el espectáculo.Este montaje, que se estrenó hace dos años, no lo vio Manuel Vicent hasta que vino a Madrid el pasado otoño, momento en el que en las únicas tres funciones ofrecidas se colgó cartel de "no hay entradas" y mucha gente se quedó con las ganas de verlo y comerlo. Vicent dio el permiso al grupo cuando abordaron el proyecto para que utilizaran siete textos suyos, ya publicados y que no habían sido escritos para el teatro.

Fue la primera vez que este grupo trabajaba con textos ajenos: "Pensamos en la metáfora que queríamos abordar y vimos que Vicent tenía una manera de ver la vida parecida a lo que queríamos decir, y nos interesó especialmente su ironía, su poesía y su sentido del humor, todo ello muy mediterráneo, como Zigurat", afirmó ayer Castelar.

Vicent confiesa que se quedó fascinado con el trabajo de Zotal al ver que en él confluyen la danza, la interpretación, los perfumes y el mimo: "Es un espectáculo total, lleno de metáforas, en el que no sólo participa la mente, sino también los jugos gástricos".

Metáfora metafísica

Vicent añadió: "En esta obra está encerrado mi ideal gastronómico, que no es otro que hacer del placer de la comida una metáfora metafísica", dijo el autor, quien considera que el peligro de hablar a menudo en sus textos de comida es que le tomen "por un tripero"."La gastronomía me interesa como un elemento místico, y si la mística se hace realidad en algún sitio, es en la comida", añadió el escritor. Zigurat hace alusión a un templo de las culturas mesopotámicas, una pirámide escalonada, esencialmente dedicada a conformar la base de un recinto donde se celebra la hierogamia, la boda entre el cielo y la tierra.

Es ésta una boda en la que el grupo catalán da un convite al que están invitados todos sus espectadores. Algo que Manuel Vicent considera una ganga: "Es un montaje sorprendente, moderno y barato, porque ir a ver un espectáculo excelente y marcharse cenado a casa por sólo 2.000 pesetas es algo excepcional", señaló el autor de Tranvía a la Malvarrosa.

Por su parte, los creadores de Zigurat dicen que no querían traicionar la idea del espectáculo: "No somos un restaurante, sino un grupo de teatro. Teníamos que poner un precio razonable a este espectáculo, donde el guiso es un elemento más del montaje", anunciaron ayer. El guiso en cuestión se cocina y condimenta, desde el primer paso al último, frente al público. Cuando el actor acaba su trabajo, deja el potaje acabado y calentito, y el público termina el espectáculo comiendo una especie de cocido marinero con verduras lleno de esencias mediterráneas.

Zigurat. Círculo de Bellas Artes. Marqués de Casa Riera, 2; metro Banco. Sala de Columnas. Del 3 al 12 de junio (excepto día 8), a las 21.30. 2.000 pesetas.