El PSPV afirma que Farnós "miente" sobre los conciertos

El portavoz del Grupo Socialista en las Cortes Valencianas, Antonio Moreno, dice que el consejero de Sanidad, Joaquín Farnós, presentó recientemente datos "manipulados" sobre su gestión "para desviar la atención de la opinión pública". "Basta contrastar las cifras de los informes que la Sindicatura de Cuentas elabora anualmente sobre el Servei Valencià de Salut, para comprobar que desmienten en toda regla las afirmaciones del consejero", señala Moreno. Según los datos de Farnós, el PSPV gastó más dinero y derivó más pacientes al sector privado que el Gobierno de Eduardo Zaplana. Pero los socialistas recuerdan que la Sindicatura de Cuentas incluye en sus informes un cambio introducido el año 1994: hasta esa fecha, el presupuesto para conciertos incluía el envío de pacientes a hospitales dependientes de Diputaciones (como el hospital General de Valencia) y Ayuntamientos (como el hospital Santa Lucía de Alzira). Si desde 1994 no se incluyen en los conciertos los 5.000 millones que cuesta cada año el hospital General de Valencia, ¿por qué no se reduce el gasto en conciertos en la misma cantidad?, se preguntan los socialistas. La respuesta de Moreno es que las clínicas privadas han rellenado el hueco que dejaron los hospitales públicos locales. "Los informes de la Sindicatura de 1995 y 1996 ponen de manifiesto que el gasto en oxigenoterapia y litotricia (reducción de piedras o cálculos en la vejiga) se multiplicaron por tres en un año, mientras que el gasto en hemodiálisis creció en 1996 un 67%", apunta Moreno, que cita la "aceleración" de las operaciones en clínicas privadas como consecuencia del plan de choque, "que se ha convertido en la tumba política de Farnós". Por su parte, José Mayans (miembro de la secretaría de Salud del PSPV), añade que el número de intervenciones realizadas en el sector público dentro del programa de tardes no alcanza el 12% de las realizadas en las clínicas privadas. "En los hospitales públicos, por las tardes se hace cirugía menor", afirma Mayans, que cita el ejemplo del hospital Clínico de Valencia, que en horario vespertino sólo utiliza dos quirófanos de los 10 disponibles para intervenciones "menores", mientras en la clínica privada Quirón se interviene la lista de espera de cirugía cardiaca.