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"Se indicó a González la dificultad de eludir la sustitución" de Conde

El gobernador explica que, tras la anterior reunión del Consejo Ejecutivo, el día 23, y ante la constatación de los problemas extremos de Banesto y la imposibilidad de aceptar el programa que el señor Conde había ido a discutir a Nueva York, se trasladó con el señor ministro de Economía a visitar al señor presidente del Gobierno el día 24 de diciembre a las siete de la tarde para darle cuenta de la situación. Le expusieron al señor presidente las distintas alternativas y sus grados de probabilidad, tal y como las había contemplado el Consejo Ejecutivo del Banco de España, y se le indicó la dificultad de eludir una sustitución de administradores. Una vez examinadas las diversas alternativas, el señor presidente afirmó que el Gobierno respaldaría plenamente la que el Banco de España considerase necesario adoptar, indicando, desde luego, que se procurase seguir aquella que, en la medida de lo posible, resultase menos traumática.El gobernador indica también que, de acuerdo con las instrucciones del Consejo Ejecutivo, tomó contacto el día 26 de diciembre con los presidentes de los bancos Bilbao Vizcaya y Santander con vista a una eventual colaboración de estas entidades en caso de que fuera necesario proceder a una sustitución de administradores. Puesto que no se ofrecieron precisiones sobre la situación de Banesto, ni se aseguró que dicha sustitución fuera finalmente a producirse, los presidentes de los bancos citados, si bien se mostraron dispuestos a ofrecer su colaboración en el caso de que fuera necesaria, se mostraron partidarios de que, aunque ellos proporcionaran la base del equipo de expertos bancarios necesario para mantener de modo inmediato la gestión de Banesto, se solicitara también la colaboración de otros grandes bancos.

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El día 27, a primera hora de la mañana, el gobernador y el subgobernador tuvieron una reunión con el señor ministro de Economía en la que volvieron a examinar la situación, y le informaron sobre los contactos habidos con los presidentes de los bancos Bilbao Vizcaya y Santander. Discutidos estos últimos, se concluyó que lo más eficaz para mantener la gestión de Banesto, si se adoptaba finalmente el acuerdo de sustitución de administradores, era que participaran expertos bancarios de todos los grandes bancos, pero que el núcleo de gestores lo aportaran los dos bancos mencionados, y especialmente el Banco Bilbao Vizcaya, que era el que disponía de equipos más amplios.

Y volviendo a su relato de los acontecimientos, el gobernador indica que en la tarde del lunes 27 entrevistó nuevamente al señor Conde, ya de regreso de su viaje a Nueva York y de su entrevista con altos ejecutivos de J.P.Morgan, y quien se mostró optimista e insistió en el respaldo que la citada entidad J.P.Morgan ofrecía a su plan de saneamiento. Pero, ante la insistencia del gobernador, ratificó que el banco norteamericano le había reiterado su postura de actuar exclusivamente como asesor, limitando sus funciones a las de colocador de la emisión de deuda subordinada sujeta a las condiciones de demanda del mercado, sin comprometerse a asegurarla y sin desembolsar cantidad adicional alguna en su suscripción. También reiteró el señor Conde la posibilidad de venta de la mitad de la parte que Banesto poseía en el Banco Totta e Açores, es decir, del 25% del capital de dicho banco, gestión de venta que asumiría J.P. Morgan.

Puesto que las noticias que el señor Conde facilitaba no alteraban la situación tal como se había definido en la reunión del miércoles día 22 de diciembre que el señor Rojo expuso al Consejo Ejecutivo del jueves 23 de diciembre, el gobernador advirtió al señor Conde de que el Banco de España no podía apoyar el plan de saneamiento presentado por Banesto y J.P. Morgan. Por lo demás, salvo la venta del 25% del Totta e Açores, también sujeta a las condiciones de demanda del mercado, ningún nuevo dato aportaba el señor Conde que permitiera garantizar el éxito de ese plan de saneamiento, ni al propio Banco de España, si éste lo respaldaba, ni ante las agencias de rating y mundo financiero internacional. El gobernador insistió al señor Conde en que el volumen de saneamiento era el de los 503.000 millones de pesetas que señalaba la inspección y no el de los 372.000 reconocidos por los gestores de Banesto, le reiteró que tal volumen exigía un importante programa de capitalización que no se abordaba con posibilidades de cumplirse en el plan de saneamiento, y nuevamente le manifestó que, dada la situación crítica en la que se encontraba Banesto, el señor Conde no podía pretender que tal saneamiento se apoyara exclusivamente sobre la base del respaldo público del Banco de España. Con la actual gestión, las propuestas de Banesto no tenían para el Consejo Ejecutivo del Banco de España el suficiente grado de credibilidad, y que carecía de ella también para terceros resultaba obvio del hecho de que J.P.Morgan, que sí había concurrido a los dos primeros tramos de la macroampliación de Banesto, respecto del tercero (emisión de obligaciones subordinadas) optaba por restringir su papel al de asesor y colocador, dejando muy claro que no aseguraba la emisión ni suscribía parte alguna de ella, y que asumía su dirección con una cláusula de escape tan importante como la de someterla "a las condiciones del mercado".

En definitiva, el gobernador indicó al señor Conde que el Consejo Ejecutivo, en la sesión del jueves 23 de diciembre, había considerado el programa como no aceptable, y que los nuevos datos aportados por el señor Conde no iban a modificar dicho criterio. Era preciso, por tanto, que el señor Conde buscara urgentemente otra solución de manera que el saneamiento de Banesto estuviese respaldado por alguna otra entidad de crédito de toda solvencia, preferentemente española, ya que las necesidades de saneamiento y recapitalización de Banesto excedían claramente las posibilidades de la entidad.

A primera hora de la mañana del martes 28 de diciembre, donMario Conde le visitó nuevamente refiriéndose a la carta remitida por J.P. Morgan vía fax y solicitando un aplazamiento para encontrar alguna solución. El gobernador le indicó que sólo podía concederle hasta el día 31 de diciembre, y ello sujeto a la decisión del Consejo Ejecutivo, y que le advertía que éste procedería a comunicarle la sustitución de administradores si no se ofrecía una solución que fuera aceptable.

Al dar cuenta de estos acontecimientos, el gobernador lee al Consejo la mencionada carta recibida vía fax de J.P.Morgan, copia de la cual se custodia con los antecedentes del acta.

Su texto se considera que no añade ningún elemento nuevo al programa, por lo que éste sigue siendo insatisfactorio, aparte del hecho, llamativo para los consejeros, de que sea dirigida al gobernador del Banco de España no por el chairman o presidente, sino por el señor Mendoza, que es uno más de los varios vicepresidentes y en el que se da también la condición de miembro del Consejo de Administración de Banesto. Por lo demás, la carta se limita a reiterar tanto el apoyo formal de Morgan al programa como su decisión de no participar en el mismo con nuevos recursos.

Mientras se está manteniendo este cambio de impresiones, los servicios comunican al gobernador el fuerte descenso de cotización de las acciones de Banesto en el mercado continuo, con un volumen inusual que, pasada la una de la tarde, excede de las 500.000 acciones. El gobernador y el subgobernador se ausentan momentáneamente para atender la visita del presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores e informarle de la postura del Consejo Ejecutivo. A su vuelta trasladan la decisión del señor Croissier de suspender la cotización de las acciones de Banesto, que se ve confirmada pocos minutos después. Ante este acontecimiento y tras un nuevo cambio de impresiones, el parecer unánime es el de la imposibilidad de mantener el plazo concedido hasta el día 31, pues las circunstancias sobrevenidas y los rumores ya públicos sobre la situación de Banesto obligan a actuar de forma inmediata.

El gobernador se ausenta nuevamente para informar al ministro de Economía y al presidente del Gobierno, y reintegrado al Consejo se adopta el siguiente acuerdo. .

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