"Los políticos no pueden manipular las cifras, pero sí maquillarlas"

El periodista John Wright, quien está considerado uno de los mayores expertos del mundo en la difusión de estadísticas, se muestra convencido de que "los políticos no pueden manipular las cifras, pero sí maquillarlas e influir en el momento de su publicación". Wright, antiguo responsable de la Oficina Estadística británica y de Eurostat (instituto de estadística de la UE) y actual consejero de este organismo, aboga por "mantenerse en guardia", ante esas posibles interferencias. A su juicio, "la estadística es una pieza angular de la democracia". El periodista británico puso sobre la mesa estas consideraciones en la conferencia inaugural de las IX Jornadas de Estadística de las Comunidades Autónomas, que reúnen durante estos días en el Palacio Miramar de San Sebastián a más de 200 expertos nacionales e internacionales en esta materia. En su intervención, John Wright insistió a los profesionales en la necesidad de lograr que la ciudadanía confíe en la estadísticas oficiales, como una aportación vital para la democracia. "Es una de las mejores fórmulas", afirma, "para que la opinión pública pueda formarse una visión objetiva de cómo actúa el Ejecutivo". En todo caso, tuvo que reconocer que existe "una propensión a no fiarse de las cifras oficiales porque en el pasado fueron mal utilizadas por los políticos", especialmente en los países totalitarios. Los gobernantes de estas naciones, continuó, "sólo aireaban las buenas cifras y hacían una difusión selectiva de las encuestas". No obstante, las afirmaciones de Wright sobre la posibilidad de falsear las cifras trascienden las fronteras de estos países y alcanzan el presente. "En las naciones democráticas existe también una amenaza constante no de manipulación, pero sí de una especie de maquillaje de los resultados. Esto representa un gran riesgo, porque si intentan barnizar las cifras, la estadística pierden su valor como medición". Ante esta posibilidad sólo cabe "la prudencia", porque no existen "fórmulas mágicas" para evitar que suceda. En algunas naciones, los institutos de Estadística embargan las cifras hasta su publicación, de manera que el Gobierno sólo conoce las cifras al mismo tiempo que se remiten los comunicados de prensa. Pero "hay que tener otros sistemas instalados para evitar que esto ocurra y en la mayoría de los países avanzados es imposible". El consejero del Eurostat aboga por establecer una vía directa con los medios de comunicación para la correcta difusión de las cifras, pero también estima imprescindible llegar a los grupos empresariales y otros ámbitos. Y encuentra en Internet una vía inmejorable para transmitir mensajes que alcancen con inmediatez a la ciudadanía. Los retos de la Estadística en el marco de la Unión Europea pasan, según Wright, por armonizar las cifras de todos los estados miembros, de manera que puedan ser comparadas sobre la misma base. Su punto de partida se sitúa en la premisa de que la estadística es un elemento clave en la democracia. Y para ello, las cifras deben difundirse con fidelidad, a través de mensajes claros y concisos que ganen la confianza de la ciudadanía.