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El Santander intenta restar validez jurídica a su propio registro magnético

Los técnicos del Instituto de Robótica de la Universidad de Valencia comparecieron ayer ante la juez Teresa Palacios de la Audiencia Nacional, para ratificar el contenido del informe sobre los movimientos bancarios de Luis Fernando Cartagena, ex consejero de Obras Públicas de la Generalitat Valenciana, elaborado a requerimiento del juez José Flors, del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana. El estudio señala a Cartagena como titular inequívoco de diversos depósitos opacos por valor de cerca de 300 millones de pesetas. El abogado del Estado y los representantes jurídicos del Banco Santander interrogaron a los técnicos de la Universidad de Valencia durante poco más de cuatro horas. La comparecencia se suspendió, sorprendentemente, por un fallo informático y se reanudará el próximo lunes. El fiscal del caso, Jesús Santos, no estuvo presente. Fuentes próximas al caso, coinciden en señalar que los abogados del Santander reiteraron sus preguntas en torno a la validez jurídica de las cintas magnéticas analizadas por los técnicos informáticos y sembraron dudas sobre su posible manipulación. El banco carece de documentos escritos relativos a las operaciones practicadas durante entre los años 1987 y 1989, y sus representantes legales basaron su defensa en poner en entredicho la validez jurídica de su propio soporte magnético. Fuentes próximas al Santander explican que los técnicos sólo estudiaron los soportes informáticos y no tuvieron acceso a ningún escrito ni documento paralelo. Sólo pudieron seguir el rastro de las operaciones practicadas entre enero de 1988 y agosto de 1989 y apenas "ven lo que dice la pantalla del ordenador" y "desconocen la realidad de las cosas". Los representantes del Santander dudaron del valor probatorio de las cintas a partir de la mera vinculación de un nombre a una operación y recordaron que también el capitán Garfio aparece en algún registro informático. Así, preguntaron si las cintas incluían otros datos de los depositarios como el número de identificación fiscal o el domicilio. También insistieron en que las cintas magnéticas no son más que "unos cartuchos con una pegatina" que carecen de cualquier sello del juzgado y que "no han estado custiodados bajo fe pública". El contenido del informe apenas fue objeto de debate, según fuentes coincidentes. La comparecencia de los ténicos se centró en la posibilidad de manipulación de los registros. Agencia Tributaria Las cintas han estado custodiadas por la Agencia Tributaria desde que el juez Miguel Moreiras se incautó de ellas en febrero de 1992. El soporte magnético consiste en 1.200 cintas diferentes, cuyo contenido transcrito sobre papel podría llenar varios volúmenes. Los técnicos de la Universidad de Valencia volcaron su contenido a microfichas para poder seguir el rastro de las cantidades depositadas en las ocho sucursales que el Banco de Santander tenía en la provincia de Alicante entre 1988 y agosto de 1989. La posibilidad de manipulación de las cintas existe, pero la coherencia en el rastro de capitales exigiría retocar el contenido de cientos de registros magnéticos.

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