El Ayuntamiento deniega la licencia al nuevo edificio de la Complutense

El nacimiento del nuevo edificio de la Ciudad Universitaria, un centro entre Derecho y Filosofía con aulas para ambas titulaciones, se anuncia complicado. Por lo pronto, el Ayuntamiento denegó el pasado 27 marzo la primera petición de licencia de obras presentada por la Complutense, alegando que la parcela propuesta no es edificable. La universidad recalcó ayer que piensa insistir, por entender que el impacto medioambiental de la futura construcción sería mínimo.

El portavoz municipal de IU, Francisco Herrera, difundió ayer el certificado por el que la Gerencia de Urbanismo de la capital frena, de momento, las ansias expansionistas de la Complutense, informa Antonio Jiménez Barca. El documento revela, de paso, que el solar sobre el que quieren actuar las autoridades académicas ocupa 7.650 metros cuadrados, y no 6.000, como informó el lunes la Complutense.Pese a este primer revés administrativo, la universidad va a perseverar para que su proyecto, diseñado por el arquitecto Javier Sáenz de Oiza, salga adelante. El gerente de la Complutense, Dionisio Ramos, reconoció ayer que los terrenos propuestos para edificar aparecen definidos como espacios libres (zona verde y escaleras) en el plan urbanístico universitario de marzo de 1995. "Sin embargo", puntualizó, "este edificio estaba previsto unos cien metros a la izquierda, en un lugar donde el impacto ambiental sería mucho mayor".

Ramos insistió en que la ubicación ahora deseada pretende recuperar el concepto original de la Ciudad Universitaria, tal y como la concibió el arquitecto López de Otero en 1928: cerrando la plaza que definen las facultades de Filosofía y Derecho. "Es una idea que comparte Sáenz de Oiza, y nos parece más relevante su opinión que la de quien redactara el plan de 1995", remachó.

La portavoz socialista regional en temas educativos, Carmen Ferrero, se sumó ayer a los recelos que ha suscitado la construcción. "Con la cantidad de terreno universitario que hay por toda la región, lo de cargarse pinares es inconcebible", enfatizó. Ramos se preguntó si los críticos "prefieren que pongamos a los alumnos en el monte", y aclaró que los 43 árboles que van a talarse se compensarán con otros 1.106 por todo el campus.