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Entrevista:

"La calle de Preciados es la mejor universidad que conozco"

Joaquín Lera (Madrid, 1959) es el séptimo de entre 11 hermanos, "y el único entre dos mujeres", presume. Quizá ese influjo femenino le ha llevado a desarrollar una sensibilidad especial por todo cuanto le rodea, una capacidad de observación y asombro que destaca en Síntesis, su hermoso segundo disco en solitario. Lera ha compuesto para Manolo Tena, Joaquín Sabina, Sergio y Estíbaliz o Mocedades ("Sobreviviremos me sigue dando pesetillas por derechos de autor, incluso desde Japón", revela), y ahora acaba de entregar una canción al dúo Azúcar Moreno. Pero tenía ganas, de una vez por todas, de dar la cara. "Yo también tengo una voz y una forma de expresarme", proclama.Pregunta. ¿Por qué le ha puesto Síntesis a un disco con 15 canciones y más de una hora de duración?

Respuesta. Porque hay un poco de todo: blues, baladas, un bolero africano o ritmos programados. El objetivo era sintetizar distintas influencias sin que nadie exclamara: "Mira, otro cantautor más".

P. ¿Y usted se siente cómodo bajo esa etiqueta?

R. Sí, pero sin encasillarme, porque también considero cantautores a gentes como Billy Joel, Elton John o Bruce Springsteen. A mí no me gusta que las canciones entren en el rollo político: yo soy zurdo para todo, quede claro, y me comprometo socialmente en cuanto haga falta, pero me siento bastante más joven que toda esa gente de la política.

P. Con su primer grupo, Ventolera, se recorrió todos los locales de la ciudad. ¿Goza ahora de buena salud el circuito garitero de Madrid?

R. Regular, porque ya hubo quien se encargó de cerrar unos cuantos bares, como el sheriff Matanzo. Debía haber muchos más locales para la música en directo, pero la Administración ya se cuida de poner trabas. La música clásica tiene un Teatro Real en Madrid, y me parece magnífico, pero ¿por qué el rock and roll no dispone de un escenario semejante?

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P. Ahora tampoco se escucha música en directo en las calles de la ciudad.

R. Eso es cierto. Yo empecé a cantar en público en plena calle de Preciados, allá por 1977, y entonces nos daban un carné naranja con el que los municipales no te molestaban. Ahora no hay forma de escuchar música mientras se pasea. Esta ciudad ha perdido el rumbo cultural.

P. Calle Preciados es una de las canciones de Síntesis. ¿Por qué le fascina tanto ese punto de la capital?

R. Porque es una calle por la que he pasado muchas veces y he visto muchas cosas: desde el abuelete solitario hasta el trilero, el carterista, la puta o la chavalita que se ha escapado de clase. La calle de Preciados es un observatorio y, en ese sentido, la mejor universidad que conozco.

Síntesis está editado en discos El Europeo / Karonte.

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