El PP ve "burdo" tachar de político el juicio

La víspera del inicio de la vista oral en el juicio por el secuestro de Segundo Marey produjo ayer la habitual catarata de declaraciones de políticos. Se repitieron los mismos tópicos -"que la justicia llegue hasta el final", "que se aplique la ley"- y argumentos de cada partido según sus distintas posiciones. José Borrell, candidato a la presidencia del Gobierno por el PSOE, admitió que el juicio tendrá connotaciones que "no son estrictamente políticas". Por su parte, varios dirigentes del PP insistieron en que el juicio no es un proceso político y es una burda manipulación plantearlo así.

José Borrell aseguró ayer en Bilbao, escasos minutos después de participar en La Fiesta de la Rosa del Partido Socialista de Euskadi, que el juicio por el secuestro de Segundo Marey "tiene connotaciones que no son estrictamente penales". No obstante, añadió que lo mejor es que los jueces "tengan la serenidad necesaria para emitir un juicio" e insistió en reafirmar su "confianza en la justicia y en la inocencia de José Barrionuevo".El portavoz de Justicia del Partido Popular, Andrés Ollero, calificó de "burdo" el intento de politizar el juicio y se mostró convencido de que esa maniobra "no va a engañar a nadie".

En declaraciones a EFE-TV, Ollero señaló que "ahora ha llegado el momento de que los jueces de verdad sean los protagonistas, de que se limiten a aplicar la ley". "Ahora se nos pretende plantear el juicio como si fuese un acto político. Creo que es un juego de manos burdo que no va a engañar a nadie", dijo.

En la misma dirección se pronunciaron ayer el portavoz de Interior del PP en el Congreso, Ignacio Gil Lázaro y el presidente de los populares en el País Vasco, Carlos Iturgaiz.

Desde el nacionalismo vasco, el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, confió ayer en Oyón (Álava) en que el juicio sirva para hacer justicia. El líder nacionalista señaló que "hay 600 personas en la cárcel justamente y no puede ser que haya otra gente que haya cometido asesinatos en la impunidad". Arzalluz subrayó que hay caminos que deben quedar "cerrados para siempre". "No hay", añadió, "ninguna razón para matar, ni por la unidad de España ni por la independencia de Euskadi".

Carlos Garaikoetxea, presidente de Eusko Alkartasuna (EA), lamentó en Zizurkil (Guipúzcoa) la lentitud de la justicia para dictar sentencia sobre el secuestro de Marey y mostró su esperanza de que "paguen quienes tienen que pagarlo y no, como siempre los de abajo".

Argucias

El coordinador de Izquierda Unida en el País Vasco, Javier Madrazo, arremetió contra el PSOE y el PP porque, a su juicio, ambos partidos están "completamente" de acuerdo en cerrar en falso el caso GAL. Según Madrazo, en los últimos meses la cúpula del PSOE, con Felipe González a la cabeza, "ha ideado todo tipo de argucias legales e ilegales para escapar a la acción de la justicia".Por su parte, la ex secretaria de Estado de Interior Margarita Robles declaró que la Sala Segunda del Supremo no se dejará influir por presiones externas, porque está formado por "auténticos profesionales y gente independiente".

El diario La Vanguardia, afirmaba ayer que el presidente de la Sala, José Jiménez Villarejo habría recibido amenazas de muerte. En una nota, que apareció en el garaje del destinatario, se advierte de forma confusa que los delitos no han prescrito.

El mismo rotativo catalán publica una encuesta según la cual un 32,4% frente al 20% consideran culpables al ex ministro del Interior José Barrionuevo y al ex secretario de Estado para la seguridad Rafael Vera, pero un 28,8% de los ciudadanos frente a un 26,8% no los condenaría a prisión. En la primera pregunta hay un 47,6% que no sabe o no contesta y respecto a la segunda un 44,4% no se pronuncia.