Camps insta a Ferrando a que desde el Consejo Social de la Politécnica trabaje por el sistema universitario

El presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), Rafael Ferrando, tomó posesión ayer de la presidencia del Consejo Social de la Universidad Politécnica, en un acto poco habitual en el protocolo universitario. El nombramiento a propuesta del presidente del Consell, Eduardo Zaplana, convierte a Ferrando en el tercer presidente del consejo en los últimos dos años. Camps instó a Ferrando a trabajar por la construcción del sistema público universitario desde la presidencia del consejo, que ha provocado el recelo de otras universidades por si desequilibra las relaciones de éstas con el empresariado.

Rafael Ferrando, de 50 años, es licenciado en arquitectura por la Universidad Politécnica de Valencia, aunque inició sus estudios en la Universidad de Valencia. La llegada de este empresario con formación universitaria al consejo social y su primer discurso al tomar posesión de la CEV en la sede de la Universidad de Valencia en abril del año pasado, se enmarcan dentro de la intención de Ferrando de "estrechar" las relaciones entre las universidades y la empresa. El ese sentido, Ferrando destacó ayer en su discurso que los recientes cambios socioeconómicos hacen que "tanto la universidad como la empresa se vean abocadas a ser motor de una sociedad". La universidad, dijo, "como sede del saber, del conocimiento y del progreso", y la empresa, "como fuentes creadoras de riqueza e impulsoras de la actividad económica de un país comparten" -precisó- "la responsabilidad común al servicio, ambas, de una misma sociedad". El compromiso del líder de la patronal fue claro: "En mi doble condición de presidente de los empresarios valencianos y de universitario, me preocupa que la relación entre la universidad y la empresa sea cada vez más estrecha y redunde en beneficio de todos los valencianos". Para ello, abogó por que los planes de estudio se adapten a la demanda social. Aunque, precisó que no quiere decir con ello que "la investigación universitaria deba sujetarse exclusivamente a las necesidades pragmáticas de la empresa". Un matiz con el que Ferrando se desmarcó, al menos de palabra, de la estrategia de prestación de servicios a las empresas impulsada por el rector Justo Nieto, que, en ocasiones, ha creado no pocos enfrentamientos y denuncias en los tribunales "por competencia desleal" de empresas y colegios oficiales. Este tipo de convenios, dirigidos personalmente por Nieto (según cálculos internos de la propia Politécnica, cerca de un 70% de los profesores titulares trabaja al mismo tiempo en la empresa privada y en la universidad) ha sido, además, la causa de las trifulcas del rector con otros dos presidentes del consejo social. Tanto el primer presidente del consejo social que propuso Zaplana, el ingeniero Juan Broseta, como el que acaba de ser destituido, el diputado autonómico del PP, José María de Andrés, han salido por las fuertes desaveniencias en este sentido con el rector. La llegada de Ferrando, un hombre bien visto en el resto de universidades valencianas, pero que ahora deberá impulsar, todavía más si cabe, las relaciones de las empresas con la Politécnica, y las palabras de Nieto, ayer, contra el proyecto de la Universidad de Valencia de extender la formación de Empresariales a Ontinyent, provocaron la respuesta inmediata del consejero de Educación Francisco Camps, para evitar que esto redunde en contra de su proyecto de construcción de un sistema universitario público valenciano. Camps recordó a Ferrando que cuatro millones de valencianos esperan una formación de calidad para sus 150.000 universitarios.