JORDI PARDO MUSEÓLOGO "El Guggenheim va a beneficiar a todo el País Vasco"
El museólogo y gestor de proyectos culturales Jordi Pardo (Granollers, 1959) sostiene que el efecto del Guggenheim en la revitalización de Bilbao es un "paradigma" del potencial que tienen los equipamientos culturales para promover la competitividad de las ciudades. Ayer ofreció en el museo de San Telmo una conferencia sobre las infraestructuras culturales en la que subrayó que el recinto donostiarra tiene un potencial enorme como "centro de presentación de lo que es la realidad cultural vasca". Pregunta. ¿El efecto dinamizador del Guggenheim es una excepción o confirma alguna regla sobre el papel que desempeñan hoy los grandes equipamientos culturales? Respuesta. Los proyectos culturales tienen un valor añadido como instrumentos de creación de escenarios de calidad, que es una condición para la competitividad económica de las ciudades. P. ¿Prevalece la rentabilidad económica sobre la cultural? R. Corremos el riesgo de pensar que la cultura es importante porque está en relación directa con el impacto económico, con las estrategias territoriales. El Guggenheim es un paradigma como proyecto de relanzamiento urbano, pero corremos el riesgo de dejar de medir los valores de orden estrictamente cultural, porque un museo tiene como funciones básicas la preservación de la memoria, el estímulo de la creación y la transferencia de información para la formación del ciudadano y la creación de nuevos públicos. P. La gestión de un museo plantea con frecuencia un reto tanto o más arduo que su propia construcción. R. La evaluación no viene en el momento de cortar la cinta, sino en el rendimiento que se da a partir del día después. La materia prima es muy sensible y no se puede momificar, de formaque hay que mantener un equilibrio entre la gestión, el impulso a la creación y la mejora permanente de los mecanismos de comunicación del patrimonio. Un museo es, en último término un punto de encuentro con las tensiones, los problemas y las ilusiones de la comunidad en que se inserta. P. El esplendor del Guggenheim parece contraponerse a las "ruinas" de San Telmo. R. Aun a riesgo de equivocarme y lo digo muy en serio, creo que Bilbao está trabajando para San Sebastián. El Guggenheim, como en su momento los Juegos Olímpicos para Barcelona, ha sido el gran proyecto para situar al País Vasco en el mapa, para colocar a la cultura vasca en una dimensión internacional mucho más potente. Es una inversión que beneficia no sólo a Bilbao, sino al ámbito del País Vasco, porque una vez que la gente descubra la realidad cultural del país, más allá de la tarjeta postal de moda, el efecto será mucho más potente que el delimitado por el Guggenheim. P. ¿Qué puede ofrecer el museo de San Telmo en el ámbito del turismo cultural internacional? R. Bilbao partía de un problema de declive, mientras que San Sebastián parte de un potencial, el del museo de San Telmo, que tiene una de los colecciones etnológicas e históricas más importantes a nivel europeo; gracias a las generaciones de investigadores que han hecho posible la existencia de esta colección, San Telmo dispone de un gran patrimonio para explicar un ámbito de la cultura europea. P. Hay quien visita el Guggenheim y sale diciendo que le gusta el continente y no el contenido. R. Los grandes museos son conocidos por el contenedor, que es su gran obra de arte. El 5% de los visitantes está formado por investigadores y especialistas. El resto es gente con una capacidad de lectura limitada. Además, el arte contemporáneo ha sido una bandera de modernidad, pero no ha llevado aparejado una acción divulgativa. Es un arte que se mueve por tópicos y la gente va a ver obras de determinados artistas porque se han consolidado mediáticamente como creadores interesantes. P. ¿Los museos adolecen de cierta incapacidad para formar al visitante? R. Los museos más conservadores son a veces los vinculados al arte contemporáneo. Un museo que simplemente presenta obra artística es bastante menos revolucionario que un museo que la presenta y además hace el esfuerzo de comunicarla bien a la gente. El reto de bastantes museos es acercar el proceso de creación artística a la sociedad.
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