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Críticos del PSOE rechazan la candidatura de Almeida y la retan a pasar las primarias

El sector crítico del PSOE madrileño acordó ayer solicitar a la dirección regional que anule el pacto electoral con Nueva Izquierda. Y, en caso contrario, que Cristina Almeida se integre en las listas del PSOE exclusivamente bajo estas siglas, como se hizo en 1991 con candidatos de otras organizaciones, o se someta a los votos de las bases. No son sólo los críticos nucleados en torno a José Acosta. Alfonso Guerra es especialmente crítico con este pacto y no se cree que cuente con el apoyo de la dirección del PSOE. El ex número dos del PSOE advierte sobre el efecto nocivo que puede tener en las relaciones con IU.

Jaime Lissavetzky, secretario general del PSOE madrileño, ha conseguido lo que no logró -tal vez tampoco lo pretendió- el último congreso del PSOE: unir a los críticos socialistas en un mismo afán. Izquierda Socialista, la denominada Plataforma del Sur, los llamados acostistas y dirigentes como los ex ministros Juan Alberto Belloch, Antonio Asunción y el propio Alfonso Guerra quieren que, en todo caso, Cristina Almeida se someta a la consulta de las bases socialistas, a las primarias. Un amplio sector socialista madrileño -los seguidores de José Acosta- se reunió ayer en Vallecas para analizar el alcance del acuerdo anunciado entre el PSOE y Nueva Izquierda para situar como número uno en las elecciones a la presidencia de la Comunidad de Madrid a Cristina Almeida, presidenta de Nueva Izquierda. En la reunión se acordó plantear a la dirección regional tres opciones: que se anule el acuerdo con Nueva Izquierda y que Almeida o cualquier dirigente o militante de NI se integre, como un candidato más, en las listas bajo el anagrama exclusivo del PSOE; que Nueva Izquierda concurra por su cuenta a las elecciones y, una vez conocidos los resultados, se intente llegar a acuerdos poselectorales, y, como última opción, que Cristina Almeida se someta a las primarias como cualquier otro candidato del PSOE.En cualquier caso, no están dispuestos a dar nombres alternativos a Cristina Almeida. Quieren esperar a que se acepten algunas de sus propuestas antes de avanzar sus propios candidatos. "¿Para qué dar nombres mientras no sepamos si eso valdrá de algo? ¿Para quemarlos?".

Barranco pide pluralidad

A Juan Barranco -al que Alfredo Pérez Rubalcaba, responsable de Comunicación del PSOE, pedía ayer generosidad a la vez que apoyaba a Almeida- la operación de Madrid le recuerda a la protagonizada por el magistrado Baltasar Garzón, informa F.J. Barroso. "No se puede romper el nivel de ilusión y de participación democrática que ha conseguido el partido". El excalde de Madrid subrayó que "la izquierda es mucho más que Nueva Izquierda. Y si lo que se quiere es la unidad, hay que acudir también a los sindicatos, a organizaciones sociales y asociaciones juveniles y, especialmente a Izquierda Unida, y que aporten la fuerza necesaria para derrocar a la derecha, en el Ayuntamiento y la Comunidad".No son sólo los acostistas quienes han recibido con disgusto la noticia del acuerdo entre PSOE y Nueva Izquierda. Antonio Asunción y Juan Alberto Belloch -éste se someterá a primarias para la alcaldía de Zaragoza- piden que Almeida pase por los mismos requisitos que cualquier otro candidato. Asunción calificó el pacto de Madrid de "acuerdo en el cuarto oscuro". Y José Luis Daza, de la Plataforma del Sur de Madrid -Fuenlabrada, Geta- fe- clamaba contra la candidatura de Almeida porque, en su opinión, "burla los deseos de los militantes".

También Izquierda Socialista insistía en críticas ya hechas públicas días antes. Antonio García Santesmases se unía a la petición de sus compañeros reunidos en Vallecas y se dirigía a la ejecutiva para que se suspendia el acuerdo y mostraba su convencimiento de que, al final, "parece una operación para evitar y romper el espíritu nacido con las primarias a la presidencia". Santesmases, que afirmaba no entender "cómo la ejecutiva regional ha llegado a estos compromisosos", abogó por buscar alguna fórmula que "evite una lucha organizativa que quite fuerza a las primarias".

Lo cierto es que, si se van sumando votos, la ejecutiva regional puede tenerlo crudo. El sector acostista cuenta, más o menos, con el 40% de los votos en el Consejo Político -que se reunirá el próximo día 24-, al que hay que sumar los de Izquierda Socialista, los de la Plataforma del Sur y otros hasta ahora considerados renovadores que no ven con buenos ojos el acuerdo.

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Alfonso Guerra, en declaraciones al programa A vivir que son dos días, de la Cadena SER, hablaba sobre el pacto de Madrid y se quejaba de que con él "se quitan las urnas a los militantes socialistas". Guerra no puede creerse que "una federación ponga en un brete a la dirección del PSOE", y, por tanto, no se cree que la dirección federal haya dado el visto bueno al fichaje de Almeida. La FSM, en su opinión, carece de atribuciones para esta alianza, en la que ve problemas "democráticos, estratégicos y electorales". El ex vicesecretario del PSOE hacía constar que, además, se puede producir "un choque" con IU poniendo en grave riesgo pactos de gobierno en ayuntamientos de Madrid. "Si cuarenta y ocho horas después de la oferta de colaboración de IU, una parte del PSOE anuncia un acuerdo con un partido, con un grupo expulsado de IU, esto no hay quien lo entienda", dijo Guerra. "El que quiere peces tiene que meterse en el agua", ironizó refiriéndose a que Almeida debe someterse a las primarias.

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