El dinero todavía no se ha fijado en Internet

Por las aulas de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), donde se celebró ayer la segunda jornada del I Congreso Internacional de la Publicación Electrónica, corrió una pregunta: ¿dónde está el dinero en Internet? Publicidad en Internet y Publicación electrónica y empresa, los dos talleres donde se trataba de dar una respuesta al interrogante, reunieron a más de un centenar de asistentes, bastante más gente que los demás. Son muchos los que están convencidos de que el comercio electrónico está a punto de arrancar con fuerza y los debates sobre ello se suceden. Tras el congreso del fin de semana, el martes se desarrollará en el Instituto Catalán de Tecnología el foro Internet y empresa, y el jueves es ESADE la que organiza una sesión sobre el mismo tema. La red sigue siendo un instrumento para la colaboración altruista, pero la competencia económica pugna ya por establecer su predominio. Los primeros pasos, con todo, son inseguros. En la ponencia base del taller Publicación electrónica y empresa, elaborada por la periodista Mercè Molist, se constata: "Internet es una nueva aventura para todos y son pocos los que saben hacer negocio. Nadie sabe aún cuál será la forma de financiación definitiva de las publicaciones electrónicas. ¿La publicidad? ¿La suscripción?". En otro taller, varios pioneros de la publicidad en la red analizaron el nuevo medio. Xavier Creus y Paul Fleming coincidieron en explicar que las estrategias publicitarias en Internet deben estar concebidas para atraer al interesado, pero también para retenerlo. No basta, por tanto, con poner banners atractivos (los anuncios alargados de las páginas web), sino que es preciso ofrecer algo de interés al posible cliente cuando entre en la página de la empresa que trata de promocionar su producto. Fleming recordó que Avecrem ha recurrido a un ciberculebrón para lograrlo. Axel Serena, que se dedica a comercializar banners, puso a todos los asistentes ante la cruda realidad. "Muchos anunciantes no tienen ni idea de Internet" y, en consecuencia, es difícil convencerles de que gasten dinero en la red. El futuro quizá sea radiante, pero el presente, no.