La UE dice que sólo el plan de empleo francés mejora el español
Entre los 15 Estados miembros de la Union Europea (UE), sólo Francia ha presentado un plan de empleo más completo que el español. Así lo puso de relieve ayer el comisario de Asuntos Sociales, Pádraig Flynn, al presentar el examen preliminar de estos programas, que se llevarán a la cumbre de Cardiff (Reino Unido), el próximo mes de junio."Los planes presentados por Francia y España son los que más se acercan a los niveles de transparencia y coherencia (...) en términos de identificación del problema, de cuantificación del esfuerzo, de recursos o de definición de prioridades", indica el documento aprobado por el Ejecutivo comunitario.
Flynn dio una excelente nota a Francia, seguida a continuación por España, que de farolillo rojo en la cumbre de Luxemburgo ha pasado al grupo de vanguardia en lo referente a política de empleo en este examen parcial. "Ambos han cifrado y han realizado la presentación más clara y diáfana de sus objetivos", añadió. Aunque ahora habrá que comprobar las traducciones presupuestarias de todos los planes.
Hay un aspecto muy importante en el que el trabajo francés destaca por encima de los demás, según se recoge en el documento: los programas destinados a crear empleo en la economía social, las actividades locales y los empleos de proximidad orientados a satisfacer necesidades sociales. El enfoque de París está muy bien estructurado y es coherente, subrayó Flynn. Otros, como Bélgica, España e Italia mencionan el asunto en sus programas.
Menos incienso
Para otros países hubo menos incienso. A Alemania le falta resaltar el enfoque preventivo, de formación y adaptación al trabajo, para evitar la caída de los desempleados en el paro de larga duración. Algunos van sobrados, como Suecia y Finlandia, que sólo necesitarán dar algunos toques finales a las reformas iniciadas hace años.Son los Gobiernos de los países miembros de la UE quienes elaboran los planes, aunque bajo un planillo común consistente en 19 orientaciones elaborados desde Bruselas.
El valor añadido que aporta la Unión Europea al experimento es, precisamente, esa estrategia comunitaria, el método común, según subrayó ayer el presidente de la Comisión, el demócrata cristiano Jacques Santer.
El viejo routier trazó las semejanzas entre la incipiente política de empleo y la consolidada política de convergencia en materia macroeconómica. También cuando ésta echó a andar muy pocos confiaron en su éxito, recordó, para los escépticos.
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