Los institutos alemanes son optimistas sobre la reactivación económica y la evolución del paro
Alemania atraviesa una buena coyuntura económica, que no se basa sólo en la expansión de sus exportaciones, sino también en una reactivación de la demanda interior, incluido el consumo privado, y hasta el paro ha comenzado a remitir, por lo menos en la parte occidental del país. La parte oriental tiene peores perspectivas; su economía carece de impulso propio y las condiciones para la inversión resultan poco atractivas, debido al coste del trabajo.
Éstas son algunas de las conclusiones del tradicional informe de primavera, que fue divulgado ayer en Bonn por los seis principales institutos económicos del país. La economía alemana, cuyo producto interior bruto (PIB) creció un 2,2% en 1997, continuará progresando a un ritmo del 2,6% en 1998 y del 2,7% en 1999, constata el informe.Según el mismo, desde el otoño de 1997 la demanda interior ha ganado en dinamismo y ha incrementado la base de la recuperación. El consumo privado, aunque reticente, se ha puesto también en movimiento y en los primeros tres meses se ha incrementado un 4%. Los expertos recomendaron aprovechar la tendencia positiva de la coyuntura para iniciar reformas fundamentales en la economía, básicamente reforma del sistema impositivo y del sistema de pensiones.
Representantes de prestigiosas instituciones de Berlín, Hamburgo, Munich, Kiel, Halle y Essen constataron ayer que el descenso del paro que se registrará este año en Alemania no se hará extensivo a las regiones orientales de Alemania, por lo menos hasta el año próximo. La situación en el mercado de trabajo ha mejorado algo desde principios de 1998, señala el informe, que constata un descenso de 100.000 personas en el registro de parados (ajustadas estacionalmente) durante los tres primeros meses del año en relación a fines de 1997.
Peor en el Este
«Con esto se constata una mejora por primera vez desde 1995, aunque sólo para Alemania occidental», afirma el documento, según el cual los 4.384.000 millones de parados que existían en 1997 (11,5% de la población activa), se transformarán el año próximo en 4.215.000 (11,0%).El pronóstico para Alemania occidental, donde los parados fueron 3.021.000 millones en 1997 (9,8%), es de 2.945.000 (9,5%) en 1998 y 2.810.000 (9,1%) en 1999. En el caso de Alemania del Este, el pronóstico para este año es de 1.435.000 parados (un 19,4% de la población activa), lo que supone, tanto en cifras absolutas como relativas, valores superiores a los de 1997, cuando los parados en el Este fueron 1.364.000 y el porcentaje de desempleo de un 18,4%. Para 1999, el pronóstico para el Este es del 19,1%.
En Alemania del Este, el empleo ha disminuido no solo en el sector de la construcción y el público, sino también en el de los servicios privados, pero se ha estabilizado en la industria transformadora. El euro en sí mismo no cambia nada en el problema del alto paro en Europa o en Alemania, señala el informe, que recomienda contención salarial, a lo que no se suma el Instituto de Investigación Económica de Berlín, que se manifiesta a favor de incrementos salariales superiores a la inflación para elevar la demanda interior.
El informe critica bastante explícitamente, aunque sin mencionar nombres, las concepciones del Partido Socialdemócrata (SPD) en lo que se refiere a la política de empleo europea y la creación de unos «estándares salariales mínimos», tal como propone el candidato del SPD, Gerhard Schröder.
Consideran los autores del informe que tal medida agudizaría los problemas en el mercado de trabajo. Aunque favorables a la política de empleo del Gobierno, constatan que para llevarla a cabo falta el requisito fundamental, la reforma impositiva.
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