La Guardia Civil cree que el doble crimen de Cambrils fue obra de delincuentes comunes
Las personas que asesinaron el pasado jueves en Cambrils a un matrimonio francés eran delincuentes comunes y no una banda organizada como se había intuido en un principio, según han confirmado las primeras pruebas practicadas por agentes de la Guardia Civil. Por tanto, se descarta el móvil de un posible ajuste de cuentas a causa de los negocios financieros que tenía el fallecido, Michel Hottelard, en la región del Magreb.
Segun explicaron ayer fuentes cercanas a la investigación, la autopsia ha confirmado que Michel y Colette Hottelard, de 74 y 70 años respecticamente, murieron como consecuencia de numerosos golpes y por traumatismo craneoencefálico y que el degollamiento fue posterior a su fallecimiento. Además, en el apartamento donde residía el matrimonio se han encontrado evidencias de pelea y forcejeo. Estas pruebas descartan un posible ajuste de cuentas ya que si los autores hubieran ido premeditadamente a matar a sus víctimas, el asesinato se habría producido de inmediato. Los asesinos además se llevaron las carteras de los fallecidos y el dinero en metálico de la vivienda, aunque se olvidaron algunos objetos de valor. Los Hottelard ya habían sufrido varios robos en la vivienda, de fácil acceso desde la calle al encontrarse situada en una planta baja, en una urbanización a 5 kilómetros de Cambrils que tan solo es frecuentada en épocas estivales. Por este motivo, el matrimonio jubilado había decidido vender el apartamento este verano, después de acondicionarlo, ya que no se sentían seguros. La Guardia Civil cree que los autores del doble crimen habrían permanecido al menos unos 15 o 20 minutos en el apartamento. Los agentes encargados de la investigación han encontrado varias huellas de los posibles asesinos, pese al estado de deterioro del piso por culpa del incedio, y ahora las están cotejando con las de delincuentes comunes ya fichados. En un primer momento se sospechaba que el crimen podría tratarse de una venganza ya que Michel Hottelard tenía negocios financieros en el Magreb, en donde había sido banquero durante numerosos años. Además, el degollamiento de las víctimas es un modus operandi utilizado en esa zona en actos de venganza.
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