El peaje reducido en la A-8 atrae en cuatro meses a sólo 22.000 usuarios

La implantación del peaje reducido en la A-8 sigue sin cuajar entre los automovilistas. Cuatro meses después de su puesta en marcha, sólo se han acogido a los descuentos poco más de 22.000 usuarios: cerca de 17.500 en Guipúzcoa y sobre 4.700 en Vizcaya. Estas cifras suponen el 43% de lo previsto por la Diputación guipuzcoana y el 28% de las estimaciones de las autoridades forales vizcaínas.

Las entidades bancarias encargadas de tramitar las tarjetas de descuento -Kutxa, BBK y Caja Laboral- admiten la tendencia al estancamiento. "A partir de ahora habrá ya un goteo", señala un portavoz de la BBK. Esta caja tramitó durante abril un total de 335 tickets, frente a las 885 expedidos en marzo. En la otra institución de ahorro encargada de la gestión en Vizcaya, la Caja Laboral, hubo 119 altas el pasado mes frente a las cerca de 300 del mes de marzo. "El grueso de solicitudes ya está hecho. La verdad es que esperábamos más en base a los cálculos que había realizado la Diputación y los primeros meses pensábamos que era porque la gente no se había enterado de que existían los descuentos", comenta un portavoz de la Kutxa. Esta entidad, que junto a Caja Laboral se encarga de tramitar las tarjetas en Guipúzcoa, ha expedido 827 más en abril, pero también ha habido 161 bajas, según los datos aportados. En estos cuatro meses, se han retirado un total de 12.619 tarjetas que permiten rebajas en el peaje en la A-8. La escasa atracción de este sistema de ayuda al automovilista que utilice la autopista movió a la Diputación vizcaína a tomar medidas concretas: a principios de abril decidió reducir los trámites burocráticos para acogerse a los descuentos y eliminó la obligación de presentar la declaración del Impuesto sobre la Renta y el certificado de estar al día con Hacienda. Sin embargo, la medida no parece haber tenido efecto: solamente ha habido poco más de 350 altas desde ese momento. Las 4.700 tarjetas expedidas en Vizcaya en tres meses de implantación -uno menos que en Guipúzcoa, donde entró en vigor el 1 de enero- quedan muy lejos de los cálculos de la Diputación, que estimaba los beneficiarios de los descuentos en una cifra que oscilaba entre 15.000 y 20.000 automovilistas. Pero las autoridades mantiene el optimismo. "Para mayo y junio esperamos un tirón. Creemos que el mal tiempo ha influido y de aquí al verano estimamos que habrá una subida importante", señaló ayer un portavoz oficial de la Diputación vizcaína. Este interlocutor admitió que la cifra superior a los 15.000 beneficiarios se ve inviable y ahora se baraja alcanzar los 10.000. "Si se mantiene el ritmo actual llegaremos ahí". La contrapartida positiva es que, con esa estimación, las autoridades vizcaínas realizarán la mitad del desembolso económico previsto: 200 millones de pesetas frente a los 400 existentes en el presupuesto para esta partida. Similar en Guipúzcoa En el caso de Guipúzcoa, territorio por donde discurre la mayor parte de la autopista, la respuesta ha sido algo mayor, pero también alejada de lo previsto. Los 17.500 beneficiarios no llegan ni a la mitad de los 40.000 que calculó en diciembre pasado la Diputación al presentar la iniciativa. "Un trabajador que tiene que hacer un desplazamiento largo y por autopista para ir al trabajo termina por cambiar de domicilio, porque no puede estar pagando 30.000 pesetas al mes en peajes", han aducido desde las cajas de ahorro para explicar que las previsiones de las autoridades no se hayan cumplido. El sistema de rebaja en la A-8 se establece a través de la tarjeta con la que se paga la tarifa actual del tramo de autopista que utiliza el usuario y en los 20 primeros días del mes siguiente recibe el descuento en función del número de viajes: si es entre 8 y 20 tránsitos, un 15%; entre 21 y 35, un 23%, y más de 35 pasos por un peaje, un 33% de descuento.