Batalla por la cadena católica de Portugal
El presidente del grupo portugués Sonae, Belmiro de Azevedo, propietario del diario Público , se ha convertido en el principal acreedor de la Televisión Independiente (TVI) al comprar un 20% de su deuda por 2.000 millones de pesetas, lo que supone un vuelco completo en el proceso de recuperación del canal privado, fundado en 1991 por instituciones ligadas a la Iglesia católica (actualmente con un 10% de su capital).De esta forma, el grupo de Belmiro de Azevedo alcanza una posición dominante en el grupo de acreedores de la TVI, frente a los consorcios de Antena 3-Media Capital y Lusomundo-Stanley Ho-Cisneros, que pretenden tomar la administración del canal privado, actualmente con una deuda de 14.000 millones de pesetas y pendiente de un plan de recuperación que deberá ser aprobado en la junta de acreedores del próximo 20 de mayo.
La TVI, que atraviesa una grave crisis financiera y de audiencias, se ha convertido en el objetivo de un grupo de empresas ligadas a los medios de comunicación, entre ellas Antena 3, que se comprometió a suscribir (al 50% con su socio portugués) un aumento de capital de 1.300 millones, para asegurarse el control del canal privado.
