Blanca del Rey muestra en el teatro Albéniz su flamenco imaginativo
La bailaora cordobesa Blanca del Rey ha destacado siempre por su elegancia e inquietud coreográfica, por su preocupación por crear imágenes y sensaciones nuevas desde su formación clásicamente ortodoxa. "El flamenco puro evoluciona por sí mismo, con la sociedad y los artistas que lo interpretan y lo crean. Sólo hace falta poner imaginación y la técnica de ahora a lo que tenemos, porque cuanto más puro haces el baile, más emociona a la gente", describe. La bailaora presenta, hasta el domingo en el teatro Albéniz, Renacer, un espectáculo inspirado en 1900.
La protagonista de Renacer es una vieja gitana que vendía tabaco en Los Califas, "una zona muy especial de Córdoba". "Yo la conocí", recuerda la bailaora, "y decían que había sido modelo de Julio Romero de Torres. Pensé que convirtiéndola en el centro del montaje, a través de sus recuerdos podía situar la acción del espectáculo en la época de principios de siglo, porque había un mundo entero de trajes y sensaciones que habíamos perdido".Tratar de recrear aquella "época esplendorosa de la cultura del traje, con preciosos mantones y vestidos, y bellísimos elementos decorativos para la cabeza", permitió a Blanca del Rey hacer una múltiple tarea de reconstrucción. Partiendo de sus ensoñaciones y de las imágenes que recopiló en un "maravilloso libro", Fernando de Triana, la bailaora y coreógrafa se ocupó del diseño del vestuario, trató de incluir sones y ritmos que triunfaban entonces, recreó el ambiente de las fiestas de las casas y de los cafés y se inspiró en los movimientos coreográficos de entonces. "Para evolucionar siempre miro hacia atrás. Lo más hermoso de la danza flamenca es su pureza. Y si metes cosas ajenas, aunque sea bello, lo diluyes".
Carrera internacional
Niña prodigio primero, bailaora elegante y sugestiva después, Blanca del Rey ha hecho una fulgurante carrera internacional, que le ha llevado a trabajar junto a gente como Yehudi Menuhin o Ravi Shankar. Fue en Japón donde creó su coreografía más legendaria, la Soleá del mantón, incluida ahora en la segunda parte de Renacer.En el espectáculo, Del Rey baila además, por este orden, tangos, alegrías, soleá y un paso a dos con Diego Llori. El resto del espacio (hay también tanguillos, tientos, farruca, soleá por bulerías y fandangos) es para la compañía, que forman Gabriel Heredia (primer bailaor), un cuerpo de baile con seis integrantes, tres guitarristas y tres cantaores.
Renacer. Teatro Albéniz (calle de la Paz, 11; metro Sol). Hasta el 10 de mayo. Horarios, en cartelera. De 1.000 a 2.500 pesetas.
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