Sobra papel

La orientación de los mercados de valores, en plena reacción técnica a las subidas previas, está desorientando a los inversores, que no entienden que esto pueda suceder cuando todo va mejor que nunca y la economía española ha aprobado todos los exámenes. La tendencia, al igual que antes de la cumbre del euro, la impone Wall Street y el mercado estadounidense está encontrando muchos problemas para consolidar definitivamente el nivel de los 9.000 puntos.

La presión causada por los rumores y cábalas sobre subida de los tipos de interés en Estados Unidos ha cesado, pero con el efecto secundario de haber puesto de manifiesto la vulnerabilidad de unas cotizaciones muy altas. Los movimientos de los inversores en estos niveles, en Estados Unidos y en Europa, resultan muy bruscos y en ocasiones están potenciados por los productos derivados, que siempre van por delante.

El mercado español negoció ayer 169.528 millones de pesetas, pero los numerosos altibajos que tuvo la sesión fueron los responsables de una buena parte de esa actividad. El estado de ánimo de la barandilla cambiaba constantemente, con lo que cada media hora había que comprar o había que vender.

El resultado fue una sesión llena de alternativas y vaivenes a la que la apertura de Wall Street no aportó cambio alguno, ya que la Bolsa estadounidense también tenía sus más y sus menos con el ajuste entre papel y dinero.

La inversión a largo plazo, que todavía cuenta, ha procedido en estos días a depurar sus carteras de todo aquello que no pasa con sobresaliente un análisis fundamental, es decir, está retirando beneficios en posiciones de riesgo y mantiene en cartera aquellos valores que pagan un buen dividendo o cuya trayectoria inmediata tiene más de riesgo lógico que de aventura. Ayer terminó la ampliación de capital de Telefónica, con el cupón a 99 pesetas sobre un precio teórico de 204, lo que indica que sobraban muchos derechos de suscripción.