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El Guggenheim reforzará la seguridad de sus cristaleras para evitar desprendimientos

El Museo Guggenheim se ha planteado adherir láminas a todos los elementos de cristal del edificio para evitar desprendimientos como el que el pasado 21 de febrero produjo heridas a una joven a escasos centímetros de un ojo. Así lo aseguró ayer el diputado de Cultura de Vizcaya, Tomás Uribeetxeberria, en su comparecencia en las Juntas Generales. Su respuesta a una pregunta de una juntera del PP fue brevísima. Tan sólo se remitió a la explicación que ofreció en su día la dirección del museo como causa del incidente, que desató una polémica sobre las condiciones de seguridad del edificio. Uribeetxeberria detalló que el vidrio se rompió de "forma espontánea" y que se "ha inspeccionado todo el conjunto". Y añadió que el fabricante de los cristales ya había avisado que este tipo de suceso puede producirse tres veces cada cinco años. Un informe del Instituto Superior de Investigaciones Científicas apuntó también a la ruptura "espontánea" como causa del accidente. Es decir, no se produjo como consecuencia de un golpe ni de la mala instalación. No obstante, a la joven herida no le satisface esta explicación, porque, según han subrayado tanto el museo como el propio fabricante, este tipo de incidente era previsible y estaba calculado. Un panel de cristal de dos metros y medio por 80 centímetros se precipitó hecho trizas sobre la cabeza de la mujer, que comenzó a sangrar abundantemente. La abogada de Ana Belén Sánchez, la joven lesionada en el Guggenheim tras el estallido de un cristal del atrio, no tardará demasiado tiempo en presentar una demanda contra el museo si no se alcanza un acuerdo con su compañía aseguradora. No esperarán el plazo de un año de que disponen para iniciar el pleito por vía judicial. El novio de la víctima, Marcos Concepción, se declaró ayer muy molesto por el trato que reciben del letrado de la aseguradora y subrayó que, si en dos semanas no se soluciona el caso, acudirán a los tribunales. "En vez de resolver el problema intentaron tomarnos el pelo", afirmó Concepción, quien asegura que se enfadó por primera vez cuando la dirección del museo dijo que no había víctimas. "Sí las había", enfatizó el novio de Ana Belén Sánchez, que sufrió una brecha que requirió seis puntos de sutura y exige una indemnización. La disputa se centra en los informes que han elaborado un médico de la Seguridad Social y otro de la aseguradora. Cada uno establece una calificación diferente para la lesión. Depende de esa descripción la cuantía de la eventual indemnización. Lo que no se explica bien Concepción -"Las secuelas son pequeñas, tan sólo una cicatriz", asegura- es por qué cuesta tanto llegar a un pacto si el monto de la compensación es reducido.

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