El PP cree que las encuestas que acercan al PSOE están "distorsionadas" por el éxito de las primarias

, La cúpula del PP se reunió ayer oficialmente por primera vez tras la celebración de las primarias socialistas y decidió no dilapidar un segundo de la convocatoria de su Comisión Permanente en abordar este asunto. Ni estaba en el orden del día ni se incluyó. No procedía, según el coordinador general, Ángel Acebes, en un momento en el que ocurren otras cosas mucho más importantes para España. Es decir, el euro. Pese a que el debate de las primarias y del efecto Borrell no se suscitó en la permanente, los estrategas del PP confiesan en privado que el PSOE efectivamente ha recortado mucho las posiciones y ha cosechado un evidente éxito en esta operación.Los populares esperan que estos resultados que ofrecen las encuestas, donde el PSOE se acerca en intención de voto casi al empate técnico, estén "distorsionados" por un impacto fulgurante y efímero. Y aguardan que los dos años justos que quedan para agotar la legislatura pongan a cada partido en su sitio. El propio Acebes recalcó que los ciudadanos varían mucho su opinión según la semana en que se les pregunte, y más cuando no vislumbran cercanas las elecciones.

Los sondeos favorables hacia el proceso emprendido por el PSOE con estas primarias sí se agolpan en los despachos de los expertos electorales del PP. Estos estrategas sí están interesados y ocupados por lo que puede haber cambiado en el PSOE. Sin embargo, las conclusiones que transmiten a sus superiores son tranquilizadoras. Se observa, por ejemplo, lo ocurrido con las primarias socialistas en el País Vasco y se establece que la intención de voto hacia el PP y hacia el PSOE antes de la consulta era prácticamente la misma que después. Se admite que un revulsivo como el de las primarias puede ser beneficioso para el PSOE pero también engañoso si ese impulso no se mantiene en el tiempo. En el PP no confían en los impactos.

El partido ha encargado una encuesta sobre el panorama en Euskadi, donde el próximo sábado proclaman a su candidato Carlos Iturgaiz con el respaldo de Aznar, y llevan varias semanas postergando el cierre de su trabajo de campo a la espera de una situación de normalidad. Ese escenario fiable, al margen de acontecimientos extraordinarios que "distorsionan" la realidad, como atentados o amenazas más o menos directas a sus dirigentes, está por llegar. Ese argumento les sirve para desmitificar el efecto Borrell.

La cúpula del partido, mientras, hace todo lo posible por ignorar cualquier tipo de balance sobre el PSOE, sus primarias o su candidato. Sostienen que los socialistas han buscado ese sistema porque no tenían otro "perfeccionado". Como el del PP, que es el clásico de delegar la representatividad en los compromisarios en los congresos.

El PP prefiere fijar su cosecha en otro territorio. Ayer, aprovechando la oportunidad de la cita europea y la conmemoración de dos años en La Moncloa, José María Aznar marcó en su informe la pauta a seguir. Disertó sobre Europa y sobre sus logros de los últimos 24 meses: en España se vive mejor que entonces y los españoles tienen más dinero.

Aznar interrumpió esa sesión para conversar un momento por teléfono con Tony Blair, el primer ministro británico.

Mientras se celebraba esta reunión, sobre las once y media de la mañana, en una esquina cercana a la puerta de la sede central del PP, en Génova 13, Alfonso Medina, de 45 años, intentó quemarse a lo bonzo tras distribuir unos papeles en los que se leía escrito a mano: "España va bien, tú vas que ardes". La intervención de los vigilantes del PP evitó que se provocara heridas de gravedad. Según fuentes del PP, esta persona ha protagonizado actos similares en otras ocasiones.