El Consell planta en Valencia al movimiento vecinal español en la conmemoración de su 30 aniversario
La Confederación de Asociaciones de Vecinos de Valencia tenía confirmada para ayer la presencia del consejero de Presidencia, José Joaquin Ripoll, al 30 aniversario del movimiento vecinal español que se celebra este fin de semana en Valencia. Pero no apareció. Tampoco lo hizo el presidente, Eduardo Zaplana. Ambas ausencias, acogidas según fuentes vecinales con incredulidad e indignidación, marcaron la jornada de trabajo de la Confederación de Asociaciones de vecinos de España (CAVE), que quiere convertir esta celebración en estímulo del movimiento vecinal de los próximos años.
Sí que estuvo ayer en la XI asamblea general del movimiento vecinal la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. La dirigente del PP y presidenta de la Federación Española de Municipios (FEMP) destacó la necesidad de estrechar la colaboración entre movimiento vecinal y Administración, por lo que pidió a todas las partes un esfuerzo para que esta mayor colaboración se haga realidad. Barberá tiene, en todo caso, varios frentes abiertos con las asociaciones de vecinos de Valencia, que le reclaman más atención a los barrios y un mayor cumplimiento de la ejecución de las inversiones que viene anunciando desde hace años. Además, el conflicto por las obras del estadio de Mestalla ha obligado a los vecinos a acudir a la vía contencioso-administrativa ante la pasividad municipal. Ayer también estuvieron presentes por la mañana en el Palau de la Música el secretario general de CC OO en la Comunidad, Joan Sifre, el jefe de la oposición en el Ayuntamiento de Valencia, el socialista Aurelio Martínez, y el concejal Manolo Moret, de Nova Esquerra, entre otros. En la línea del discurso de bienvenida de Barberá, el presidente de la CAVE, Fernando Martos, dibujó el futuro del movimiento vecinal a partir de una línea maestra: la necesidad de reafirmar el movimiento como un instrumento que sirva de contrapeso, de arma reivindicativa ante el poder político aunque sin olvidar que las instituciones -sean Comunidades Autónomas, Ayuntamientos o Administración central- están legitimadas democráticamente por los ciudadanos ante las urnas. El presidente de la CAVE también resaltó la necesidad de implicar al ciudadano en la vida pública y propuso la creación de una ley de asociaciones que impulse la participación, "derecho recogido en la Constitución y que aún no ha sido desarrollado", dijo. Falta de apoyo institucional Tras los discursos, los corros que ser formaron en los pasillos sirvieron para que varios dirigentes vecinales y diferentes asistentes se mostraran molestos y sorprendidos por el plante del Consell. Precisamente la falta de apoyo institucional y la precariedad financiera son algunos de los problemas principales que padece desde hace años el movimiento vecinal. La ausencia de algún miembro del Consell realzó de nuevo esta problemática, que se arrastra como una losa desde hace años. "Pese a que teníamos confirmada la asistencia de un miembro del Consell, nos enviaron, con todos mis respetos, a Jorge Lamparero. El colmo", decía un dirigente vecinal que se preguntaba por las dificultades de convivencia en un mismo acto que tienen Zaplana y Barberá, pese a pertenecer al mismo partido. Lamparero es el secretario general del departamento de Presidencia del Consell. Tampoco estuvo en el acto el presidente de la Diputación de Valencia, Manuel Tarancón. Doñana y Hepatitis C El presidente de la CAVE no olvidó la actualidad y reclamó a los políticos, tanto de la Junta de Andalucía como del Ministerio de Medio Ambiente, responsabilidades por el desastre de Doñana. Al ejecutivo valenciano también le demandó que asuma su papel en el caso de la hepatitis C.
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