El día de la madre
Sí, sólo hay una, y no es precisamente ésa que se han inventado los establecimientos comerciales para incrementar las ven tas de una serie de productos que no son nada especiales para nosotras.
La propaganda que llegó a mi domicilio el otro día no sólo ofrecía productos aislados, sino, y esto es lo indignante, "lotes completos". Aún estoy pensando entre elegir un exprimidor, cafetera y sartén o bien aspiradora, molinillo y tostadora..., pasando por una amplia gama de pequeños objetos, que nos recuerdan el aspecto menos gratificante de ser madre (con minúsculas).
Mis hijos ya son mayores y pasamos un rato divertido, pero basta. Somos Madres (madres con mayúsculas) porque lo hemos elegido y estamos contentas de ello. No necesitamos un día especial y si se lo inventan, ofrezcan a nuestros hijos productos dignos dirigidos a elevar aquellas cualidades como la ternura, la comprensión, la paciencia o el cariño, que nos hacen ser especiales y no nos conviertan en "siervas del hogar", dando al traste con todo aquello que las madres de hoy día estamos intentando inculcar a nuestros hijos. —
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