El PP "venderá mejor" sus logros para contrarrestar el impacto de las primarias

El PP y el Ejecutivo preparan un giro en su estrategia política para contrarrestar el tirón que pueda tener en los electores el cambio de caras en el PSOE tras las primarias, aunque los populares prefieren ligar el cambio de estilo al periodo preelectoral que se vivirá en 1998. Dirigentes del PP han señalado que una buena opción será "vender más y mejor" lo que el portavoz parlamentario Luis de Grandes describió ayer como el "caudal de logros" del Gobierno.

El Partido Popular y el Ejecutivo tienen previsto estudiar en los próximos días las fórmulas más adecuadas para contraatacar a los socialistas tras el proceso interno que se saldó con la elección contra pronóstico de José Borrell como nuevo candidato a batirse con el actual presidente, José María Aznar, en las próximas elecciones generales. Aunque tanto desde el partido como desde el propio Ejecutivo se niegan a relacionar públicamente ese giro político con el impacto que ha provocado el resultado de las primarias del Partido Socialista y prefieren ligarlo a la inminente etapa preelectoral de 1998, un relevante miembro del Gobierno admitió ayer como una "obligación" del Ejecutivo y de su partido replantearse el nuevo escenario surgido tras las primarias y, además, con cierta rapidez. De hecho, un destacado dirigente del Partido Popular ha señalado que al PSOE se le ha acabado ya "el periodo de gracia" que a su juicio los populares le concedieron durante la campaña de las elecciones primarias. "Ahora vamos a darle caña porque lo que era un proceso teóricamente interno lo han querido convertir en una baza externa de ataque contra nosotros", señalaba.

Reunión de la Ejecutiva

La primera consigna en las filas populares es la de negar lo evidente: que las primarias socialistas llegaron a inquietar y mucho, y que sólo ahora se observan desde cierta distancia y tranquilidad cuando se aprecia que pueden generar más confusión que beneficios. En el PP han pasado de asegurar que no se abordaría jamás el asunto en ninguna reunión de la Ejecutiva del partido, debido al escaso interés del asunto, a convocar una reunión del citado órgano para este lunes.

La dirección del PP mantiene que esa cita no es consecuencia directa de las primarias socialistas y sostiene que la única estrategia vigente de este partido es "ocuparse de los problemas reales que preocupan a los españoles".

Pese a ese esfuerzo aparente de ocultación de cualquier interés público por lo sucedido en el seno del PSOE, los hechos delatan al partido en el Gobierno. La cúpula del PP, antes de reunirse el lunes 4 de mayo en la sede de Génova, acudirá primero a La Moncloa para fijar posiciones y estrategia política con José María Aznar.

Ayer mismo, la dirección del grupo parlamentario congregó al pleno de sus diputados con el objetivo de escuchar de primera mano información sobre el proyecto de reforma del IRPF aprobado el viernes pasado por el Gobierno. Con la disculpa de la comparecencia del vicepresidente económico, Rodrigo Rato, el portavoz del PP en el Congreso, Luis de Grandes, reiteró a los presentes uno de los mensajes que más le obsesiona en los últimos meses. De Grandes quiere que cada uno de sus diputados se convierta en una plataforma de difusión por toda España de los éxitos del Ejecutivo. El objetivo es dar el máximo de publicidad a lo que el portavoz parlamentario popular describió como el "caudal de logros" del Gobierno que preside José María Aznar desde la llegada al poder de los populares.

En el Gobierno y en el Partido Popular concluyen que la oposición socialista consigue, en demasiadas ocasiones, tapar con "cortinas de humo" y "operaciones de imagen" las grandes iniciativas del Gobierno popular. Las primarias del PSOE serían, según esa visión, otra tapadera.

Eje del debate

El Gobierno y el PP, por tanto, contraatacarán en breve esa supuesta ventaja obtenida por el PSOE con sus primarias con este argumento: el Ejecutivo de José María Aznar lleva dos años trabajando y tiene muchas cosas que ofrecer. Con esa idea como eje central de su discurso acudirá el presidente al debate del estado de la nación que se celebrará en el Congreso de los Diputados los próximos días 11, 12 y 13 de mayo. Luis de Grandes ya ha augurado que la sesión parlamentaria será "confortable" para el Ejecutivo, ya que tanto éste como el partido se centrarán en publicitar al máximo durante el debate parlamentario la entrada de España en la moneda única europea y la mejora de las grandes cifras y parámetros macroeconómicos y también en el empleo.

Para minar el perfil de José Borrell, que será quien se mida con Aznar en la tribuna del Congreso en el debate del estado de la nación, el Gobierno y el PP se plantean dos opciones. Los dirigentes populares más realistas aceptan que Borrell será un rival más peligroso para Aznar en el debate pero le encuentran a cambio más flancos posibles que a Joaquín Almunia.

Un relevante dirigente gubernamental resumía así su visión del nuevo líder de la oposición:

"Hoy nadie se atreve ya en Europa a defender como él que son necesarios más impuestos y nosotros haremos ver esa incongruencia. Además Borrell habla demasiado y el que habla demasiado está claro que se abre más y mejores frentes para ser atacado".