Cambios en el palacio de Linares
«Me voy contenta y triste a la vez», afirmó ayer Rosa Regás, que deja hoy la dirección del Ateneo Americano de la Casa de América, en la que ha permanecido cuatro años. «Dejo buenas relaciones con todos, bueno, casi con todos, pero ha sido un trabajo muy agotador». La escritora asegura que lo deja «por razones personales». «Necesito ganar tiempo, estoy escribiendo una novela». La marcha de Regás se une a la dimisión del autor canario Juan José Armas Marcelo, nombrado hace apenas seis meses director de la Tribuna Americana, y a la de la gerente, Celia Ferreiro.
La Casa de América, que empezó a funcionar en 1992 y que desarrolla su actividad a través del Ateneo y de la Tribuna Americana, está dirigida por un consejo rector integrado por la Secretaría de Estado para la Cooperación Internacional y para Iberoamérica, del Ministerio de Asuntos Exteriores; por la Comunidad de Madrid, y por el Ayuntamiento de esta ciudad. El presidente es el secretario de Estado de Cooperación, Fernando Villalonga; y los vicepresidentes, Alberto Ruiz-Gallardón, presidente de la Comunidad, y el alcalde, José María Álvarez del Manzano.
El consejo nombró director general, el pasado julio, al diplomático Tomás Rodríguez- Pantoja, y a Íñigo Ramírez de Haro, director de programación. Aunque aún no ha sido anunciado oficialmente, Ramírez de Haro se hará cargo del Ateneo Americano, puesto que combinará con programación. Se ignora quiénes sustituirán a Ferreiro y a Armas.
Una de las dificultades por las que atraviesa el centro es que su presupuesto ha disminuido. En 1993 contaba con alrededor de 800 millones de pesetas, y este año, con 500. El Ateneo Americano, por ejemplo, ha pasado de 100 millones de pesetas en 1992 a la mitad en 1998. También se ha reducido el equipo: el Ateneo contaba con tres coordinadores y ahora sólo tiene a una persona.
