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Un ex jefe de los GRAPO sale libre de Sevilla II tras 20 años de cárcel

Alejandro Bolaños

Juan José Muiños Formoso, destacado activista de la banda terrorista GRAPO, saldó ayer su deuda con la justicia y salió libre del centro penitenciario Sevilla II, tras cumplir 20 años de cárcel. Muiños, de 40 años, fue condenado por la Audiencia Nacional a 193 años de prisión, por 19 causas distintas, que merced a lo establecido en el Código Penal se quedaron en una pena de 30 años. La buena conducta y los estudios han permitido al miembro de los GRAPO redimir su condena, según fuentes del penal, en el que aún permanecen varios terroristas de la banda. Una decena de personas esperaron a la puerta de Sevilla II la salida de Juan José Muiños, que estaba encerrado tras los muros de la prisión de la capital andaluza desde febrero del año pasado. Durante estos 20 años, Muiños ha pasado por varias cárceles en cumplimiento de su condena. Su particular itinerario comenzó en la cárcel Modelo, en Barcelona, donde ingreso en septiembre de 1978. El terrorista fue detenido, junto a un compañero, por un cabo de la Policía Municipal, cuando acababa de robar un coche a punta de pistola.

En el momento de su detención, Muiños Formoso apenas tenía 20 años pero ya era considerado por las fuerzas de seguridad como un destacado miembro de los GRAPO, justo en los años (entre 1975 y 1980) en los que la banda terrorista realizó los atentados más sangrientos. La Audiencia Nacional condenó a Muiños por su implicación directa en dos asesinatos. En agosto de 1978 participó -junto al también grapo Francisco Rodríguez Veloso- en el atentado que acabó con la vida del guardia civil Manuel Vázquez Cacharrón, en el mercado de abastos de Santiago de Compostela. También fue miembro del comando terrorista que mató al director general de Instituciones Penitenciarias, Jesús Haddad.

Asalto a Radio Madrid

Juan José Muiños también fue condenado, en enero de 1980, por su participación en una de las acciones más sonadas del GRAPO durante la transición. Ocho activistas tomaron, el 18 de julio de 1977, una emisora de la cadena SER en Madrid con la intención de difundir una grabación con proclamas del grupo terrorista. Antes de asaltar las instalaciones de Radio Madrid en Pozuelo de Alarcón, los grapos secuestraron en su domicilio al técnico Mario Frigenti. Dos terroristas se quedaron custodiando a la esposa del técnico y a sus hijos, mientras el resto del comando, ya en las instalaciones de la cadena SER, obligó al conserje, su esposa y su hijo de corta edad a encerrarse en un coche. El mensaje de los grapos salió al aire, pero la intención de los terroristas se vio frustrada porque la cinta magnetofónica estaba grabada a una velocidad que la emisora no utilizaba. Tras colocar 59 cartuchos de goma-2, huyeron con los secuestrados y los abandonaron cerca del cementerio de San Isidro.

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