Las músicas del mundo se citan durante un mes entero en Getafe

Getafe, capital de las músicas alternativas. El Encuentro Internacional de World Music, que nació en 1994 como una modesta aportación al restringido circuito de las nuevas músicas, crece y se consolida. El menú de su quinta edición, que se celebrará entre el 26 de junio y el 26 de julio, pasa por ser el mejor ciclo que se haya programado nunca en la Comunidad de Madrid de estas músicas. Un total de 37 artistas integran un cartel en el que no faltan Javier Paxariño, Kepa Junkera, Elementales o Ala dos Namorados. "Los primeros años resultaba difícil convencer a los músicos y el presupuesto era muy limitado. Ahora", reconocen en la concejalía de Cultura de la ciudad, "el gremio ve en Getafe un punto de parada obligatoria". El festival cuenta con un presupuesto de 15 millones, de los cuales la tercera parte proviene de las arcas municipales; el resto lo aportan marcas comerciales.

La capacidad de seducción del municipio ha ganado, ciertamente, muchos enteros. La primera edición (1994) contó apenas con media docena de actuaciones. El Encuentro ha ganado empaque año tras año.

Espaldarazo

En el espaldarazo al World Music juega un papel decisivo la apertura del teatro municipal Federico García Lorca, prevista para este mes de mayo. Este espacio, capaz para más de 600 espectadores, permite programar a los nombres más consolidados del cartel. Ahí están el percusionista Luis Delgado (jueves 9 de julio), coleccionista impenitente de instrumentos; el saxofonista Javier Paxariño (viernes 10), que aún saborea la buena acogida del excelente Perihelión; su aliado Eduardo Laguillo (sábado 11), con el lírico Manoa bajo el brazo; el misticismo de Luis Paniagua (domingo 12), único maestro español del sitar; la trikitixa o acordeón diatónico de Kepa Junkera (jueves 23), del que se avecina un disco con una relación de colaboradores prominente; su paisano Joxan Goikoetxea (viernes 24), compositor de corte exquisito, y el propio Adolfo Rivero, con su habitual aliado Kenneth Nash en las percusiones, que cierran el ciclo con su concierto del 26 de julio. Capítulo al margen merece la presencia de los portugueses Ala dos Namorados, un trío aún muy poco difundido en España, pero con valores suficientes como para suceder a Madredeus en la nómina de artistas lusitanos conmovedores.

El resto de la programación no desentona. Hay un par de ciclos temáticos, la Fiesta Africana y la Fiesta Gaélica, con buenos argumentos: sobre todo el de las guineanas Hijas del Sol en el primer caso y el de los gallegos Na Lúa y los astures Llan de Cubel en el segundo.

Los artistas más minoritarios se programan en el Hospitalillo de San José, un patio del siglo XVII en el que hasta ahora se celebraba todo el festival.