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TENIS

Carlos Moyà logra su mejor triunfo

El mallorquín ganó el Open de Montecarlo superando a Cédric Pioline

Carlos Moyà ganó ayer el torneo más importante de su aún corta carrera profesional. El mallorquín, de 21 años, se adjudicó el Open de Montecarlo, su primer supernueve , al derrotar en la final al francés Cédric Pioline por 6-3, 6-0, 7-5 en dos horas. Finalista en el Open de Australia de 1997 y campeón en otros tres torneos menores (Buenos Aires, Umag y Long Island), Moyà afronta la temporada de tierra batida con la tranquilidad que le darán los puntos de este torneo y con las garantías que le proporciona su excelente nivel de juego. «Es la victoria más importante que he conseguido», señaló el tenista español, que percibió 54 millones por su triunfo. « Me siento realmente contento por la forma como lo he logrado». Moyà no tuvo precisamente un camino fácil en el principado. Derrotó en la primera ronda al austriaco Thomas Muster y después dejó fuera a otro campeón de Roland Garros, el ruso Yevgueni Kafelnikov; a un ex campeón de Wimbledon, el holandés Richard Krajicek, y al catalán Àlex Corretja.

«Ganar a Muster de entrada me dio mucha confianza y repercutió en mi juego», señaló el mallorquín. Semifinalista en los torneos de Estoril y de Barcelona, donde perdió ante Berasategui, Moyà jugó a un altísimo nivel frente a Pioline. El francés se quejó al término del encuentro de haber sentido molestias en el codo desde los primeros juegos. «Ayer ya gané de milagro, pero hoy no pudo ser», señaló.

Sin embargo, sus opciones siempre fueron escasas. Pioline alcanzó su plaza para la final de una forma rocambolesca, cuando Berasategui dejó escapar dos bolas de partido y una ventaja de 5-1 en el segundo set tras haberse impuesto en el primero. El francés perdió ahí, en las semifinales, una gran parte de sus opciones en la final. Acusó el cansancio en algunas fases del partido y permitió que Moyà llegara a sumar nueve juegos de forma consecutiva, que le llevaron del 3-3 de la primera manga al 6-3, 6-0. En la tercera, el francés se situó en 5-4. Pero de nuevo surgió el mejor Moyà y con su potente y preciso drive desde el fondo y sus perfectos passing- shoots acabó desesperando a su rival. Pioline entregó su saque con una doble falta y ahí firmó su rendición. El español ganó los dos últimos juegos y se adjudicó el triunfo.

«Creo que jugué especialmente bien en la segunda manga», confesó Moyà. «Cédric se sentía algo cansado del partido del sábado. Pero esto forma parte de la competición. También yo tuve un partido difícil ante Krajicek». El mallorquín explicó que la base de sus resultados actuales hay que buscarla en el duro trabajo que realizó en la pretemporada. «Me di de cuenta de que la condición física es un aspecto fundamental para formar parte de la élite mundial. Intentaré llegar en las mejores condiciones a Roland Garros, donde espero jugar al menos tan bien como aquí», concluyó.

Pioline y Moyà no se habían enfrentado nunca anteriormente. El francés, de 28 años, sufrió una nueva decepción: de las 14 finales que ha disputado a lo largo de su carrera, sólo ha ganado dos, en Copenhague (en 1996) y Praga (en 1997). «Mi único objetivo de las próximas semanas es llegar a Roland Garros entre los cabezas de serie», señaló el francés.

Moyà, que en todo momento dejó constancia de la gran clase tenística que atesora, se mostró optimista ante el futuro. «El año pasado Marcelo Ríos ganó este torneo y acabó convirtiéndose en número uno del mundo. Yo no digo que eso vaya a ocurrir también conmigo, pero lo intentaré». Ríos perdió esta semana el liderato mundial, que ha ocupado durante cuatro semanas. Hoy Sampras recupera su cetro.

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