Incumplimiento en Jauja

La Delegación del Gobierno, la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento y el Consorcio para la Ayuda al Marginado, en la última reunión, celebrada en marzo de este año, entre ellos y representantes de los vecinos de Jauja, acordaron: 1. La desmantelación periódica (mes a mes) de Los Sankis, en el Cerro de Jauja, que comenzaría en los siguientes 15 días y finalizaría en mayo de 1999.

2. El restablecimiento del alumbrado de las calles del citado cerro, no permitiendo que este alumbrado desaparezca de nuevo total o parcialmente en la zona de Los Sankis donde se efectúa la venta de droga.

3. La vigilancia durante el día, por parte de policía a caballo, del citado cerro y del parque de San Isidro, para evitar la venta de droga y que el parque aparezca nevado de jeringuillas.

Incumplimientos:

1. El realojo de familias, pasado un mes, aún no se ha iniciado. ¿Cuándo se va a iniciar realmente?

2. El alumbrado ha sido restablecido y ha desaparecido en las siguientes 48 horas, sirviendo para que los residentes en Los Sankis se dediquen a insultar, provocar y apedrear a los vecinos que se manifiestan y a la policía que durante dicha manifestación vigila. Si alguno de los vecinos le dice a un policía (en este caso, policía secreta) que una persona de Los Sankis está tirando piedras, el policía le contesta al vecino que le acompañe para así él arrestar al agresor y que el vecino vaya con él a la comisaría a presentar denuncia. ¡Qué agente más responsable!

El alumbrado, parcialmente continúa sin restablecerse. Los automarginados residentes en Los Sankis, y amparados en la penumbra por la falta de luz, cuando los vecinos de Jauja se manifiestan en protesta por todo lo que está ocurriendo en el barrio, se dedican a quemar gomas y demás elementos contaminantes y tóxicos, que provocan gran desprendimiento de humos malolientes para que tanto vecinos como policía se marchen. Este hecho se le comunica a la Policía Municipal para que avise a Medio Ambiente. La respuesta es, mediante una despectiva encogida de hombros, que por una fogata no van a venir de este organismo. Sin embargo, sí se les llama cuando se reparte propaganda en la boca del metro por parte de algún ciudadano que se gana un pequeño sueldo por ello. Cosas del Ayuntamiento.

3. Vigilancia no diaria: ni municipal ni nacional, y nula en el parque, donde los muchos que se pinchan siguen a sus anchas.

Cuando hay vigilancia, los que compran la droga siguen subiendo al cerro como hormigas por su alimento en fila india o en grupos de seis a 10, con el beneplácito de los que vigilan, sobre todo si son municipales.

¿No se vigila cada día? ¿Por qué? ¿Por qué la justicia los pone en libertad a las 24 horas? ¿Por qué no se firman los expedientes de desalojo? ¿Por qué no se firman las órdenes de registro? Todo va bien.

Por todo lo acontecido en nuestro barrio de Jauja, les decimos a la Delegación del Gobierno, a la Comunidad de Madrid, al Ayuntamiento y al Consorcio de los Automarginados que ejecuten los acuerdos y que basta ya de tanta mentira y demagogia.- Miembro de la Plataforma de Vecinos de Jauja.